Para un rejoneador, un caballo es mucho más que una herramienta de trabajo: es un compañero con el que pasa gran parte del día, de ahí que estos animales sean una pieza indispensable en el día a día de un rejoneador. Eso es algo que Diego Ventura ha tenido siempre claro: sus caballos son su parte de su familia, por eso ha sentido tanto la pérdida de cada uno de ellos.
El caso de Nazarí es bien distinto. Su adiós a los ruedos se debe únicamente a un tema sentimental y no por motivos de salud. Es un caballo que ha sido capital en su carrera, el cual, tras estar a un nivel altísimo en Sevilla, tuvo en Madrid ese justo premio de la retirada. Éste vivirá hasta que muera entre yeguas y potros, llegando a tener un valor altísimo su monta en yeguas fuera de la casa, un precio por monta que sobrepasa las cinco cifras en muchos casos.
Tras el adiós al caballo, Ventura se expresó de la siguiente manera en los micrófonos de OneToro: «Se va para mí el mejor caballo que he tenido en mi vida, y de los mejores que he visto. Tiene 21 años y lo retiro porque se lo ha ganado, porque está completamente sano y está muy fuerte. Ha sido un caballo que ha hecho que mi carrera cambiase» exponía el rejoneador cigarrero el pasado sábado tras abrir su décimo octava Puerta Grande de Madrid.
Nazarí ya lleva gozando de la libertad del campo un tiempo: «Ya lleva cubriendo muchas yeguas; yo a partir de hoy nunca más lo voy a volver a montar, Jamás. Será para mis hijos, para verlo en libertad, donde tiene ya unos prados preparados», añadía al citado medio Diego Ventura.
El alto precio en el mercado de caballos estrella
El precio de estos animales sube como la espuma cada temporada en un mercado donde la adquisición de simiente está muy demandada. Como ocurre en los toros bravos o en los caballos de carrera, cubrir tus hembras con este tipo de sementales alcanza cotas poco dadas en otros animales. Existe una anécdota referente al rejoneador Juan José Rodríguez: el extremeño tenía un caballo que ponía el par a dos manos sin cabezada, y un empresario mexicano le puso un cheque en blanco para poder llevárselo a México, desechando la propuesta el propio rejoneador e indicándole que el animal no estaba en venta.
Algo así ocurría con Cagancho, un animal propiedad de Pablo Hermoso de Mendoza que marcó un antes y un después en el rejoneo. «Mis caballos no tienen precio», comentó en más de una ocasión el rejoneador navarro, a pesar de adquirirlo por por 280.000 pesetas. Y pese a ello son muchas las voces que cifran en 500.000 euros la compra de un semental estrella. Aunque no existe una respuesta firme sobre esta interpelación, sí que podemos hacer una aproximación a cuánto pueden llegar a costar auténticos animales estrellas de este arte del rejoneo.
La carta que Ventura escribió a Nazarí
Pero esta despedida de Nazarí también tuvo su eco en las redes sociales, donde Diego Ventura quiso escribirle unas líneas a ese caballo con el que ha compartido tantos ratos bonitos dentro y fuera de los ruedos y que sus hijos adoran. Dentro de éstos, Nazarí y Diego han sido uno solo, un binomio que perdurará durante muchos años, como ocurriera con Cagancho y Pablo Hermoso de Mendoza.
«En silencio, sin que nadie lo supiera. Solo tú y yo, Nazarí. Que hoy era tu último baile, solo nosotros lo sabíamos. Como lo habíamos pensado en nuestras conversaciones en casa«, comenzaba Diego Ventura una misiva de la que este domingo nos hacíamos eco en Cultoro.«Tu adiós tenía que ser así, como te mereces: en Madrid, en nuestra plaza, la más grande del mundo, la que tanto nos ha dado, donde tanto hemos dado juntos. Como te lo había prometido, hoy tenía que ser tu último adiós, Nazarí…«, proseguía el cigarrero (puedes leer la carta completa en este enlace).
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