Juan de Castilla es, sin duda, el gran perjudicado de la Copa Chenel. Se quedó, en la corrida celebrada el pasado mes de abril en la localidad madrileña de San Agustín de Guadalix, a las puertas de entrar en la final a tres que se llevará a cabo el próximo 11 de junio en Alalpardo. Y lo hizo incluso sacando más puntuación que algunos de los finalistas en este festejo.
Su firmeza fue la nota predominante de una tarde en la que pugnó con Borja Jiménez, que paseó una oreja del bravo cuarto de Baltasar Ibán y pasó a la siguiente fase.
No obstante, entre la afición colombiana aún perdura la esperanza de encontrar un nuevo ídolo nacional que devuelva la ilusión de los aficionados andinos, algo que sigue intacto a pesar de que al que más y mejor apunta, Juan de Castilla, se lo pongan difícil.
Ahora, el verano de Madrid -que tal y como anunció Plaza 1 será “joven” en cuanto a las corridas de julio se refiere– le debe una confirmación al colombiano no sólo por su imagen en la Chenel, sino por la entrega que de novillero derrochó en este ruedo.