El Claustro del Museo Municipal acogió en la tarde del miércoles, 31 de mayo, la tercera sesión de las XXXVI Jornadas Taurinas ‘Ciudad de Algeciras’, que organiza la empresa Espectáculos Carmelo García en colaboración con la Delegación de Feria y Fiestas del Excmo. Ayuntamiento.
Esta tercera cita, -nuevamente con un patio de butacas lleno hasta la bandera- contó con la presencia del propio empresario del Coso de Las Palomas, Carmelo García, y de los Tenientes de Alcalde, -en funciones- Delegados de Feria y Fiestas, Juana Cid; y Seguridad Ciudadana, Jacinto Muñoz.
La nueva jornada tuvo como protagonista al diestro de Gerena (Sevilla) Manuel Escribano, que desarrolló una profunda tertulia, presentada por el periodista sevillano Emilio Trigo, titulada ‘Una temporada de nuevos retos’.
Un acto al que no pudo acudir el anunciado Emilio de Justo por un inesperado contratiempo de última hora.
Manuel Escribano que toreará en la Feria Real el próximo sábado 24 de junio, junto a Antonio Ferrera y Miguel Ángel Pacheco, con los toros de Victorino Martín repasó sus grandes logros como los indultos de “Cobradiezmos” un toro de Victorino Martín en la Real Maestranza (2016) y el único Miura indultado en una plaza de toros de toda la historia de la ganadería “Tahonero” en Utrera (2019).
Al margen Escribano también se detuvo en analizar la gesta de estoquear en solitario -único- la corrida de Miura de la Feria de Abril 2022 “Una de las tardes más importantes de mi carrera, de las más bonitas que he vivido. Me ha aportado mucho esa tarde en lo personal y en lo profesional. Estuve al 100% toda la tarde y aunque uno siempre quiere cortar las orejas lo importante fue el unánime reconocimiento de la afición, de la prensa, de los toreros y de los maestros. Nadie se salió de la tarde en ningún momento».
Comentó sobre la apuesta de Sevilla en la pasada feria con Victorino y Miura que “Son corridas de mucha presión y que psicológicamente pesan mucho antes de vestirse de torero. Pero sin embargo las disfruto intensamente incluso desde cuando llego al patio de caballos”.
El sevillano profundizó “Patatero, hijo de ‘Cobradiezmos’, se parecía mucho a su padre, tuvo muchas cualidades, unas mejores y otras un poco menos. Fue un toro de mucha calidad que embistió a dos por hora y aunque le faltó un poco de empuje pude torearlo muy bien y disfrutar muchísimo».
Manuel Escribano reconoció que “la ganadería de Victorino Martín se me da muy bien y la entiendo. Los ‘grises’ son una ganadería muy difícil que no te regala nada, todo lo que consigas hacer hay que sacárselo, pero cuando lo entiendes te da unas embestidas que son únicas. Los Victorinos necesitan mucha sutileza en los toques y nada de brusquedades y, una colocación impecable donde le das al toro la elección de coger la muleta o el cuerpo”.
En cuanto al triunfo con los Miuras «Fue una faena muy importante a un toro bravo, un toro muy exigente, un toro que había que estar perfecto con él, un toro al que pude cuajar y le pude hacer muchas cosas sin que bajara la intensidad de la faena”.
El diestro de Gerena ilustró su “extraña temporada que arrancó en Maestranza. Gran parte de mi tauromaquia la baso en las facultades físicas y en el conocimiento del toro. Es cierto, que me gustaría competir con esas figuras que ahora empiezan a matar estos hierros, tanto en estas cómo en otras menos duras. Pero resulta que me veo fuera de Madrid y Valencia sin encontrar alguna explicación y ahora encima no entro en esos carteles… pues la verdad, tan sólo llevo tres corridas hasta la fecha. La tercera fue en Osuna vía sustitución de El Fandi y terminé indultando uno de Julo de la Puerta”.
Otros de los aspectos que analizó Escribano fue “siempre estoy dando un giro de tuerca más y eso es renovarse pero a la vez siendo fiel a tu forma de entender el toreo. Irse a Portagayola todas las tardes es un compromiso interior más que una demanda del público. Es un lugar de enorme exposición y riesgo pero donde me siento a gusto y seguro de que voy a solventarlo con eficacia. Lo mismo pasa con las banderillas pero tengo claro que hay que arriesgar”.
Su gran ambición y el enorme sentido de responsabilidad además del temple también fueron expuestos “El temple es un sentimiento y tiene una técnica. Exige la colocación en el sitio exacto, a la distancia exacta, con la presentación exacta del engaño y el valor exacto para torear con las pulsaciones controladas. El temple se lleva dentro y para muchos aficionados ha sido un factor sorpresa verme torear tan lento”.
Manuel Escribano desarrolló una conferencia que se convirtió en una ‘Excepcional Lección’ de vida, fundamentada en la verdad de su toreo y en una lucha permanente de superación llena de triunfos que engrandecen los anales de la tauromaquia.