El ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, ha estado presente este 4 de junio en la plaza de toros de Las Ventas acompañando a Su Majestad el Rey Felipe VI. Antes de acceder a la plaza, Iceta vio cómo algunos aficionados abucheaban su presencia, debido a que no había acudido previamente a la primera plaza del mundo mientras ha estado en el cargo -en una profesión que depende de este Ministerio- y sí lo ha hecho en plena precampaña electoral de cara a los comicios generales del próximo 23 de julio.
Además, si por algo es conocido el catalán en el toreo, es por ser el ministro que negó el bono cultural a este espectáculo, algo por lo que la justicia le hizo rectificar hace unos meses.
La rectificación del Ministerio de Cultura el pasado mes de febrero respecto a la inclusión de los toros en el bono cultural
Durante esta legislatura, Iceta hizo caso omiso a las reivindicaciones de un sector que se sentía maltratado por el Gobierno. Sin ir más lejos el pasado mes de febrero el Ministerio confirmó que acatará que modificará las actividades en las que se puede gastar la ayuda de 400 euros a los ciudadanos que cumplan 18 años después de que el tribunal anulara la exclusión de los espectáculos taurinos.
La sentencia considera que los toros tienen reconocidos por ley “sus dimensiones culturales, históricas y artísticas, y por tanto no son comparables con otras actividades y sectores excluidos del bono” de ahí que el Ministerio, pese a las declaraciones posteriores de sus socios de Gobierno, se viese en la obligación de incluir a la tauromaquia en el bono cultural que salió luego de los presupuestos generales del estado para este 2023.
Una sentencia en la que el Supremo argumenta que al gobierno no le compete resolver si la tauromaquia y los espectáculos taurinos son manifestaciones culturales porque la propia ley (18/2013) los considera patrimonio cultural. Recordamos que el Constitucional también dejó clara su “naturaleza cultural” y añadió que el hecho de que el ministerio excluya explícitamente a los toros del bono es otra demostración, en realidad, de que sí pertenecen a la lista de actividades culturales.