En la localidad cacereña de Serrejón se encuentra una de las fincas con más solera de la zona: a las puertas del Parque Nacional de Monfragüe se encuentra ‘Moheda El Alcornocal’, un paraje único de unas 700 hectáreas de densos encinares que da cobijo a los animales del hierro de la P y la M, un hierro que se ha convertido con el tiempo en uno de los referentes para el aficionado.
La historia de la ganadería tiene su origen en el sueño de Don Pablo Mayoral Benito de ser torero, pero su padre, Don Pablo Mayoral Herranz, al no estar de acuerdo le incitó a que se dedicara a otra profesión y éste finalmente decidió ser ganadero de bravo. La insistencia del hijo desencadenó el comienzo de esta ganadería siendo en 1955, el año en el que ingresa en la Asociación Don Pablo Mayoral Herranz, abuelo de las actuales propietarias.
La ganadería se formó con un lote de cien reproductores de Doña Francisca Sancho, Viuda de Arribas, procedentes de Don Vicente Martínez e incorporadas a la ganadería en 1957. En 1962 se adquiere la mitad de la ganadería de Don Alberto González Carrasco, procedente del Duque de Veragua (vía Curro Chica), y dos años después, compra a Don Víctor Huertas un lote de 40 vacas procedentes del Duque de Tovar y María Dolores de Juana de Cervantes, además de un semental de este último hierro, todos ellos procedentes del Conde de Santa Coloma.
En el mes de diciembre del 1986 fallece Don Pablo Mayoral Herranz, pasando la ganadería a ser propiedad de su hijo Don Pablo Mayoral Benito, quien la gestionaba desde su constitución y ejercía las labores comerciales. El 29 de mayo de 1998 fallece Don Pablo Mayoral Benito, pasando la ganadería a sus nueve hijos y su viuda, la también ganadera, Mercedes Figueroa, cambiando su denominación por la actual: “Toros de Pablo Mayoral”.
Sería en el 2015 cuando Mercedes, Mara y Ana Mayoral Figueroa adquieran al resto de los hermanos y a su madre la totalidad de las reses y el hierro de Pablo Mayoral (PM), y a su vez añaden a éste todos los animales del hierro propiedad de Mercedes Figueroa, inscrito en la UCTL, siendo de la misma procedencia y encaste. Una ganadería donde el encaste Santa Coloma prevalece por encima del fundacional, existiendo también “chispazos genéticos” proveniente de sangre Martínez y Veragua, notándose excepcionalmente en las capas y las hechuras de algunos de sus animales.
Sus compromisos para 2023
Por eso queríamos visitar nuevamente esta finca, volver a ver los astados que allí pastan y conocer los destinos de los animales que deben dar fuste a un hierro que ya es santo y seña del aficionado. “Somos una ganadería en la que siempre hemos estamos ligados al festejo popular y los festejos menores. Llevamos años lidiando en los mismos pueblos que son asiduos y fieles a esta casa desde tiempos en los que vivía nuestro padre”, nos comenta Ana Mayoral.
“Ahora estamos abriéndonos un pequeño mercado en el festejo popular, empezando por Coria, donde ya hemos ido varios años seguidos, y varios pueblos del litoral levantino. Sin ir más lejos, ya han salido para las calles los de Vegaviana y La Vall D’uixó en estas últimas semanas, y el 25 de junio será el turno de “Capuchón”, un imponente ejemplar cinqueño de capa negra para los San Juanes de Coria”.
Tocaba hablar de los compromisos para este 2023, un año importante para la casa: “Teníamos la ilusión de haber arrancado la temporada en Valdemorillo con la novillada picada, donde fuimos triunfadores hace unos años y nos indultaron un toro, pero al final no salió”. Pero sería en Villa del Prado el 11 de marzo y posteriormente en Villaseca de la Sagra donde el hierro cacereño arrancaría su año.
“Como bien dices, empezamos la temporada en Villa del Prado el 11 de marzo con tres ejemplares en la Copa Chenel donde destacó un gran toro de extraordinaria clase, lidiado en primer lugar por Juan del Álamo. Después hemos estado en Villaseca de la Sagra en el certamen del Alfarero de Plata, también en la modalidad de desafíos ganaderos, donde hace mucho que no estábamos presentes y también saltó uno de bandera para el alumno de la Escuela Taurina Yiyo, Joel Ramírez” se explicaba la ganadera.
“De las tres novilladas picadas que hay, la primera de ellas se lidia el 1 de julio en el país vecino, Francia, que hace también unos años que no íbamos, en la localidad de Boujan-sur-Libron, otra el 12 de agosto en la Feria de Blanca (Murcia), es el debut para nuestra ganadería y vamos junto a José Escolar y Castillejo de Huebra, ganaderías de expectación y que están en buen momento y vamos a ver si a nosotras también nos acompaña la suerte. Por último, en Guadarrama con tres ejemplares en desafío con Flor de Jara; queda algún que otro utrero suelto aún por concretar destino para alguna corcuso, desafío o similar», nos comentaba una de las cabezas visibles de este ilusionante proyecto ganadero.
Una ganadería donde los festejos menores son importantísimos, así nos lo explica Ana Mayoral: “Como es bien sabido, nuestro fuerte son las novilladas sin picadores y lidiaremos bastantes, entre unas 6 ó 7 en nuestros feudos habituales de la provincia de Ávila (Burgohondo, El Barraco y Navalperal de Pinares). Quedan también algunos cuatreños más para lidia de a pie aún por concretar destino” nos acababa comentando Ana Mayoral para finalizar la entrevista.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS
