Cayetano Rivera, Juan Ortega y Pablo Aguado hacían el paseíllo este sábado en la tercera de la Feria del Corpus de Granada. Se lidiaba un encierro salmantino de El Pilar para una terna donde andaban anunciados tres toreros con un corte muy personal del toreo. A las siete y media de la tarde rompió el paseíllo para un cartel que había generado gran expectación entre la afición granadina.
Cayetano se sobrepone a una feísima voltereta y pasea la oreja del soso primero
El primero de la tarde fue un animal muy medido de fuerzas de El Pilar, un ejemplar sosito al que toreó bien de capa Cayetano. Un astado que nada más comenzar la faena de muleta le propinó una feísima voltereta. Tras levantarse sin ni siquiera mirarse, sacó la raza característica de la rama Rivera. Cayetano no se arredró ante un animal que estuvo a un tris de obligarlo a pasar por la enfermería. Cayetano acertó en alturas y distancias para conseguir conectar con los tendidos. El animal pasaba sin celo, dibujando el menor de los Rivera muletazos con cadencia. Mató de una buena estocada y cortó la primera oreja de la tarde.
La suavidad y el gusto de Ortega le pasean una oreja al enclasado y templado segundo
No se dejó torear de salida el colorao que hizo segundo, un animal que empujó con clase y embistió con ritmo en un gran quite a la verónica del sevillano. Ortega toreó siempre con las palmas de las manos ante un toro que embistió con ritmo y cadencia. Ese temple que también sacó en la muleta, lo que aprovechó Ortega para dibujar bellísimos pasajes por ambas manos, destacando dos series de toreo relajado, cintura partida y toreo con las yemas. El animal no estaba sobrado de raza, de ahí que jugara con las alturas en un trasteo donde alivió al animal con muletazos en línea para no quebrantarlo en demasía. Faena medida ante un animal al que acarició en tandas al natural de una suavidad exquisita. Tras una buena estocada paseó la oreja.
Detalles de Aguado con el soso y anodino tercero
El tercero fue un animal distraído y con poquita fuerza al que dejó alguna verónica suelta de fino trazo. Mejor fue el posterior quite a la verónica en el que gustó y se gustó toreando. Pese a las intenciones y el buen trato que le dio el sevillano, el animal pasaba sin decir absolutamente nada. Porfió Aguado en una faena donde pudo dibujar algún muletazo suelto pero sin la ligazón necesaria para llegar a los tendidos. Tras una estocada muy baja saludó desde dentro del callejón tras afearle el público la defectuosa estocada en los bajos.
Cayetano realiza la mejor faena de su temporada ante un extraordinario cuarto al que le pasea las dos orejas
’Dudoso’ llevaba por nombre el extraordinario cuarto de la tarde, un animal de gran entrega y calidad que posibilitó ver la mejor versión de Cayetano. Fue una faena de gran temple y ligazón de un torero que ya desde al capote vio las grandes condiciones del animal. Lo toreó con limpieza por ambos pitones, disfrutando de una embestida enclasada y muy de verdad. Le puso el alma a varios muletazos en una labor muy bien estructurada donde acertó en los terrenos, las alturas y las distancias. El animal nunca se cansó de embestir, siempre tomándole con ritmo y calidad; a mayor exigencia, más entrega. Sin duda la faena de la temporada para el menor de los Rivera en una plaza donde se siente de forma muy especial el toreo. Tras la estocada paseó las dos orejas de un animal que embistió como sueña su ganadero.
Ortega vuelve a dejar detalles de su personal toreo para pasearle la oreja al desrazadito quinto
Otra oreja le cortó Ortega al manejable quinto, un animal de El Pilar con nobleza pero muy medido de raza. El sevillano volvió a gustarse de capa en lances de mucha suavidad, mismo palo que utilizó en una faena de muleta donde dibujo muletazos cadenciosos y con gran espaciosidad. Su quite por delantales fue oro puro. Faltó cierta continuidad a una labor que no pudo ser compacta por la condición del animal, pero en la que volvió a dejar patente su gran concepto. La estocada puso en su mano la llave que le hacía falta para salir en hombros.
Aguado porfía con el desigual y descastado sexto
Tampoco tuvo opciones Aguado con un sexto de cambiantes embestidas, un animal que nunca empujó hacia adelante y con el que únicamente pudo justificarse. Lo mejor vino en el comienzo de faena, ahí Aguado se sintió con un trincherazo de cartel para abrochar una torera y cadenciosa serie. Pero el toro dijo basta y bajó la persiana. Meritoria faena en la que consiguió arrancarle algunos muletazos a un animal que siempre soltó la cara. Tras pasaportarlo fue silenciado.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros Monumental de Frascuelo, Granada. Tercera de la Feria del Corpus. Corrida de toros. Menos de media plaza.
Toros de El Pilar. Correctos de presentación y de juego desigual. Destacó el extraordinario cuarto.
Cayetano Rivera: Oreja y dos orejas
Juan Ortega: Oreja y oreja
Pablo Aguado: Ovación y silencio
FOTOGALERÍA: EDUARDO PORCUNA
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