Gran parte del toreo conoce el punto de oscurantismo que tiene la carrera de José Tomás, un espada que siempre ha querido estar fuera de los focos pese a ser una de las máximas figuras en activo. El diestro de Galapagar hace años que decidió no hacer entrevistas ni declaraciones a los medios —salvo alguna salvedad al otro lado del charco—, no dejarse televisar e incluso esa llevar hasta tal extremo su privacidad que no permitir que se le grabe en el campo.
Por todo ello es complicado seguirle la pista a un torero en su preparación en las ganaderías, un espada que únicamente se deja fotografiar cuando no está delante de la cara del animal, y que no quiere que salga absolutamente nada de su preparación en el campo. Llama la atención tanto recelo por no dejarse ver si tan siquiera toreando a puerta cerrada. Es, por tanto, un torero que quiere controlar todo lo que tiene a su alrededor.
Cuentan los que le han podido ver a puerta cerrada que el verlo torear es algo indescriptible; su entrega es total delante de la cara de los animales, se coloca en el mismo sitio que lo hace en la plaza, y como decía Alejandro Talavante: «José Tomás pone el cuerpo donde otros colocan la muleta«. Pese a esa impresión de torero hierático, luego es un hombre cercano, que departe con todo aquel que se acerca a él, lo que llama la atención es esa postura tan cerrada a la hora de no dejar ver ni un resquicio de esa preparación en el campo.
Lo ocurrido con José Tomás en la ganadería de Los Rodeos en 2018
Precisamente por eso rescatamos una noticia publicada por el Diario Jaén de 2018. En ella se especificaba que el diestro madrileño había llevado a juicio a Antonio Torres, ganadero del hierro de Los Rodeos, por publicar imágenes de un tentadero en su finca de Guarromán. Como bien recoge este medio, el ganadero jiennense se personó en los juzgados de Andújar para atender una citación judicial. Una noticia que sorprendió tremendamente a un ganadero que se expresó de la siguiente manera: «Cuando tuve la documentación en mis manos, no me lo creía. Eran un exhorto judicial que me decía que José Tomás me había denunciado».
Concretamente, se trataba de unas imágenes grabadas en su plaza de tientas el 4 de octubre de 2017, fecha en la que el torero madrileño acudió a la ganadería de Los Rodeos para comenzar su temporada invernal de tentaderos. En la denuncia, José Tomás relata que «existe una intromisión ilegítima en los derechos fundamentales por parte de los gestores del hierro Los Rodeos«. Una noticia que dejó en fuera de juego a un ganadero que ya había recibido anteriormente en su casa a dicho espada.
Podría haber caído en una intromisión en el derecho a la intimidad
Antonio Torres podría haber caído en una intromisión en el derecho a la intimidad, de ahí que el diestro afincado en la Costa del Sol le reclamara 30.000 euros, sin duda un palo para un ganadero que nunca pensó que uno de los días más felices como ganadero fuera a acabar de tal manera tras publicar imágenes en sus redes sociales: «El vídeo lo grabó mi hijo y luego lo subió a las redes. Por la tarde, me llamó el propio torero. Estaba molesto y la quitamos. Pero, yo no lo acabo de entender. Es como si a un futbolista le toman una fotografía en un entrenamiento. Además, en mi casa había más gente y no puedo quitarle el teléfono a todo el mundo que estaba allí», manifestó Antonio Torres en su día a Diario de Jaén.
En ningún momento se le hizo saber a los ganaderos que no se le podía grabar. Muchos ganaderos lo hacen con el fin de tener las imágenes de la tienta de los animales, algo lógico para el posterior análisis a la hora de decidir el futuro de los animales. El propio ganadero reconoció que se había tomado fotografías con toda la familia: «No entiendo el motivo por el que hace eso. Hay miles de fotografías de toreros en tentaderos en el campo. Es torero, lo hemos sacado toreando y está en mi casa».
En su momento, estaba mosqueado por la forma de proceder de un torero que ha llevado todo esto a unos extremos que no son ni buenos, sembrando un precedente nada halagüeño si el resto de sus compañeros tomara la misma decisión. «El tema es que tampoco se firmó contrato alguno que impidiera hacerle una foto y publicarla. Encima, iba acompañada de elogios y se hizo sin maldad alguna, la verdad es que no entiendo nada».
Quedaba por conocer la otra versión, hablar con el torero madrileño para saber los motivos que le habían llevado a tomar esta drástica decisión, pero no fue José Tomás el que habló, sino Salvador Boix: «Es un asunto legal por el que expreso el máximo respeto dentro del procedimiento. No tengo nada que decir sobre este tema«. Un apoderado que conocía el caso, pero que no se iba a pronunciar sobre el mismo. Y no se supo más desde entonces.