Uno de esos novilleros que viene llamando la atención de los aficionados pese a no sumar un número alto de novilladas es el del portugués Diego Peseiro un joven que viene realizando unas interesantes temporadas desde que debutara con caballos en Mojados (Valladolid) en octubre de 2016.
En el pasado año, trenzó el paseíllo en seis ocasiones, estando acartelado en plazas tan importantes como Vic Fezensac, Las Ventas o Céret, plaza esta última en el que le cortó una oreja a cada novillo de su lote del hierro de Alejandro Vázquez. Del resto de tardes destacó su presencia en San Agustín de Guadalix, Beucaire o Millas.
Ahora, este jueves hará el paseíllo en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla: “Es la tarde más importante de mi carrera. Sevilla es muy importante. He tenido oportunidades en grandes cosos con ganaderías más toristas, en las que es más complicado triunfar. Pero estoy muy ilusionado para esta oportunidad. Aunque toree cuatro o cinco, me estoy preparando como si fuese a torear 50”.
Su pasión por los maratones, algo que alimenta su entrenamiento como novillero
Su pasión por los maratones es, sin duda, algo que alimenta su entrenamiento como novillero: “Me gusta correr maratones. Uno, cuando torea, necesita retos a diario que mantienen la ilusión. Esa es una forma de alimentar mi ilusión de cara al toreo; ya he corrido siete, en Lisboa, Oporto, Málaga, Sevilla en dos ocasiones, Barcelona… además de medias maratones en múltiples ocasiones, como Madrid”, explica el joven luso.
“Llega un momento en las maratones en los que no hay piernas, y toca tirar hacia adelante, igual que en el toreo. Los últimos kilómetros son muy difíciles y duros y uno tiene que tirar a cara de perro. Para el toreo me sirve porque te hace tirar hacia adelante”, señala.
Por delante tiene otras citas como Roquefort, Céret, Beaucaire…: “Los triunfos han tenido recompensa”, indica. “La alternativa quiero tomarla después de coger ambiente. Los de arriba se juegan la vida todos los días y cuesta entrar, pero hay que plantearla en los meses venideros”, concluye.