Dentro de esa amalgama de toreros que están llamados a ser el relevo de las figuras de hoy en día se encuentra el peruano Joaquín Galdós, un espada que pese a no tener los focos que sí tienen otros compañeros, lleva 17 orejas en los 9 festejos que ha toreado hasta la fecha a ambos lados del charco este año. Un espada que ha basado este inicio de temporada en su añorada Perú, un país donde es figura del toreo.
Ese posicionamiento en su país le valió para torear este 2023 en plazas como Tlaxcala y Aguascalientes en México o Riobamba y Lentag o Azuay en Ecuador, dos países muy taurinos donde triunfó ante ganado de De Haro, El Junco, Ortuño y Campo Bravo, cuatro ganaderías muy reconocidas en dichos países. Pero Galdós también trenzó el paseíllo en varias plazas de su país como Puquio (dos tardes) y Cutervo ante ganado de San Pedro, Santa Rosa de Lima, El Olivar y Paiján.
Una serie de festejos donde la rivalidad con sus compañeros ha sido una constante, teniendo como foco mediático la corrida del pasado 29 de junio donde rivalizó con Andrés Roca Rey en un festejo que levantó una enorme expectación en el país. Sin localidades, desde días antes de la celebración del festejo, se habían agotado las plazas de hotel y billetes de avión para tal ocasión, sin duda, un ejemplo claro del interés por la fiesta en el país andino.
Era la primera vez que volvían a torear juntos en Perú las dos máximas figuras del país desde 2017 en la plaza de toros de Lima, coso donde lidiaron un encierro de la divisa española de Daniel Ruiz el 5 de noviembre de dicho año. Ahora Galdós tiene por delante una cita muy importante el próximo domingo 9 de julio en la primera plaza del mundo. Una tarde donde se juega parte de su temporada, pese a que esta ya tiene prácticamente en la calle las ferias másrelevantes.
Una tarde que compartirá junto al mexicano Calita, quien confirma alternativa, y el onubense David de Miranda, espada que ha conseguido meter la cabeza en ferias tan importantes como las de Huelva, Azpeitia, Málaga o Bayona, amén del festejo antes mencionado en la primera plaza del mundo con el encierro de la divisa jiennense de Román Sorando. Galdós sabe que su paso por Madrid es clave, únicamente tiene es tarde en una temporada donde vio como se quedaba fuera de plazas donde había dejado un grato sabor de boca, pero como bien ya habrá comprobado en sus propias carnes, el toreo no espera a nadie.
«Estar en Madrid siempre es lo más importante del año para un torero»
«La verdad que el último año decidí hacer una temporada más larga en Perú que la que hacía normalmente. Este año he estado en Chota y Cutervo también. Indulté un toro de Paiján y fue una de la tardes más bonitas de mi carrera, porque embistió toda la corrida», recuerda el joven sobre los últimos días y el periplo peruano. Ahora ya está de vuelta a España para enfrentarse a la tarde del próximo domingo en Las Ventas.
«Madrid siempre es Madrid. El año pasado no me salieron las cosas en la Feria de San Isidro y gracias a Dios podemos ir ahora en julio. Estar en Madrid siempre es lo más importante del año. Además es una plaza que por la presión y los toros nunca me ha visto al nivel que quiero estar. La esperanza es superarlo este domingo. Este año en las pocas corridas que he toreado me he sentido distinto, y quiero que Madrid lo vea este fin de semana«, expone el diestro peruano.
El crecimiento se ve en su toreo, especialmente en las últimas temporadas: «Uno llega a la cita clave de Madrid en la que tiene puestas todas sus esperanzas, y luego hay circunstancias que las paran. En Madrid aún no he creado una gran obra como sí en otras plazas y quiero que el domingo eso llegue. No pienso en el resultado sino en dar una gran imagen. Me merezco una tarde en Madrid como las estoy dando en el resto de plazas».
«De Román Sorando tengo las mejores referencias»
Sobre Román Sorando, hierro que le tocará lidiar, indica lo siguiente: «Tengo las mejores referencias de esa ganadería. Todo el mundo me cuenta que tiene una calidad impresionante. He visto alguna foto de los toros, es torera la corrida. Es una oportunidad buenísima para mi y para mis otros compañeros de cartel. Todos destacan la clase que tiene, calidad en sus embestidas y nos dejará expresar nuestro concepto. Esperemos que el aire respete y los tres saquemos a relucir nuestras armas. Que la presión no pese, que podamos estar sueltos y se los mismos que en el resto de plazas», concluye Galdós.