Es sin duda uno de los rostros más conocidos de la capital navarra. Pese a nacer a más de 800 kilómetros de Pamplona, Juan José Padilla se ganó con los años el respeto y la admiración de una plaza que lo venera. Un coso donde ha cosechado innumerables triunfos pero también una grave cornada allá por 2001. Un torero que siente como suya una ciudad donde cada año que vuelve sigue notando el cariño de su gente.
Como es tradicional, primero cuando toreaba y ahora una vez retirado, Padilla no falla a su cita con el día del patrón, ese donde el primer chupinazo da suelta a los toros camino de la Monumental. En pocos minutos os animares cruzarán varias de las calles más importantes de Pamplona con una marea ingente de corredores delante. Por eso, Juan José quiso reproducir una carta en sus redes sociales, una carta escrita hacia su persona, agradeciendo así el cariño de toda la ciudadanía pamplonesa y de aquellos foráneos que no se olvidan de él.
«7 de Julio y todo el mundo se une a la maravillosa gente de Pamplona y a sus valientes mozos y mozas para vivir unos de los festejos más extraordinarios de este país e inclusive del mundo entero, y como no… Señores y señoras, ¿alguien podría dudar que el maestro Padilla no esté presente en tal festejo? Imposible sería eso, por su admiración y devoción a San Fermín y a ese cariño tan extraordinario que procesa a Pamplona y hacia toda su gente, junto a sus grandes amigos, los pastores que siempre se reserva algún momento para disfrutar con ellos. Ir a Pamplona en estas fechas lo hacen profundamente feliz tanto al Maestro, como a sus hijos Paloma y Martín, que como no podía ser de otra manera, están disfrutando junto a su padre de esta maravillosa fiesta».
FELIZ 7 DE JULIO Y FELIZ SAN FERMIN.
‘Viva San Fermín, Gora San Fermín’
Admra: Lola.
Unas palabras que estuvieron acompañadas de un par de fotografías ilustrativas de la visita de Juan José y su familia a la capital del toro, esa donde durante nueve días este animal es el Rey de una fiesta que vive por y para él. Desde el día 5 con la novillada hasta el 14 con la corrida de Miura hay un número ingente de días para disfrutar de la pasión por la tauromaquia. Desde «el chupinazo» el día 6 hasta «el pobre de mí» del 14, el ritmo vertiginoso que vive esta ciudad es digno de alabar.
24 horas al día para el disfrute, ya sea en familia o con amigos, para dejarte atrapar por su ambiente o ir a los toros, distintas variantes que da una ciudad que atrapa. Por eso Padilla no se pierde un año su cita con esta hermosa ciudad, esa donde sus gentes lo consideran un paisano más pese a tener gran parte de su corazón junto en ese trocito de Cádiz donde la el Fino y la Manzanilla son una de sus señas de identidad.