Morante de la Puebla se ha resentido, en la tarde de este martes 11 de julio, de una distensión de ligamento después de la quinta corrida de la Feria del Toro. El diestro sevillano pasó a la enfermería de la plaza de toros tras lidiar al cuarto toro de la tarde.
Ya durante el festejo, el torero cigarrero señaló a los micrófonos de OneToro que tenía «una distensión de ligamento» y le «costaba mucho dominar los trastos». Sobre la corrida, señaló al citado medio que «ha molestado mucho el viento en el momento más importante de la faena». No obstante, “es un día muy especial que no quería dejar pasar».
Los dos percances de los que venía Morante
Hay que recordar que Morante de la Puebla venía arrastrando dos percances en los últimos días. Al sufrido en la plaza de toros de Badajoz en la tarde del 24 de junio -el más grave, que le impidió torear en la Feria de Hogueras de Alicante y la Feria de San Pedro y San Pablo de Burgos-, se unió el del pasado 2 de julio en Villa Franca de Xira, Portugal, que le impidió hacer el paseíllo en la Feria del Ángel de Teruel y en la ciudad malagueña de Estepona.
El percance en tierras portuguesas se produjo mientras José Antonio saludaba al animal capa en mano al astado de García Jiménez, y después de intentar andarle hacia los adentros, éste le hizo un extraño y lo prendió a él en vez de ir a por el capote. Tras ello, el torero cigarrero prosiguió toreando después de la cogida dejando momentos de mucha enjundia, pero maltrecho.
Por otro lado, en Badajoz fue cogido por un toro de Núñez del Cuvillo. En el remate de una tanda, el astado hizo por el torero, al que zarandeó y dejó maltrecho; no obstante, prosiguió su faena hasta el final y paseó una oreja antes de pasar a la enfermería y ser trasladado a un centro hospitalario.