Una corrida de toros del hierro salmantino de Domingo Hernández daba el pistoletazo a las corridas de toros en la Feria de Santiago de Santander. Una corrida donde trenzaron el paseíllo el madrileño Julián López ‘El Juli’, el extremeño Miguel Ángel Perera, que sustituía al sevillano José Antonio Morante de la Puebla y el toledano Tomás Rufo.
Juli lee bien la media altura del primero y acaba sometiéndolo con mano baja, pero lo pincha
De 490 kilos era el primero de Domingo Hernández, de nombre Anfitrión, bajo y bien hecho, al que Juli meció el capote con mano baja a la verónica y le aguantó el animal. Tenía emotividad para acudir al caballo, pero no para embestir en él con franqueza, ya que protestó y echó la cara arriba. Excelsas fueron las dos medias a pies juntos de remate del quite por chicuelinas de Juli. Luego en banderillas apretó a los de plata el animal. Toro para saber leerle la media altura y domeñarlo, y eso lo hizo Juli en las primeras series por la diestra tras caerse dos veces en los doblones de inicio. Y fue componiendo el madrileño una obra con esa entrega de mano baja final que le faltó al toro. Una serie por la diestra llegó con mucha fuerza al tendido. Difícil de cuadrar con la espada, le dejó un pinchazo y una estocada contraria. Ovación.
Un importante Perera expone ante el incierto segundo, que a punto estuvo de cogerlo: oreja
También bajo el segundo, con el que Perera se dobló de capa para llevárselo a los medios. Cogió al caballo por el envés, no dándole en demasía Perera al de Domingo Hernández. Comenzó obra a pies juntos Miguel Ángel, pero la embestida no era lo demasiado larga como para que llegase ese prólogo con fuerza al tendido. Le alargó la mano por la diestra el pacense, que se topó con un toro emotivo pero incierto por momentos, sin entregarse del todo tampoco. Incluso a punto estuvo de cogerlo en el ecuador de la faena. En línea recta embestía al natural, haciendo un esfuerzo Perera con lo que tenía delante. Al final una serie de nuevo por la derecha terminó por meter en el canasto al tendido, que junto al arrimón en los circulares se percató de la importancia de lo que hacía Perera. Se arrimó de verdad en las manoletinas de cierre, pasándoselo muy cerca, despenando al de Domingo de una estocada caída. Oreja tras aviso.
Sin música, pero con el pasodoble de su apuesta, Tomás Rufo convence con el manso tercero, al que corta oreja
Tampoco terminó de entregarse en las telas de Tomás Rufo un ‘Tifón’ tercero de 459 kilos, con más aparente volumen que sus dos hermanos anteriores, al que sí le sopló el toledano dos lances a pies juntos de pleno gusto. Y despaciosos. Se desmonteraron tras sus pares Sergio Blasco y Fernando Sánchez. De hinojos se echó Rufo en el prólogo muleteril, en el que el toro quiso marcar querencias, pero se impuso Tomás acompasando y templado incluso ese toreo de rodillas. Destacó un cambio de mano soberbio. Y los dos desarmes en las dos primeras series enfriaron lo realizado; no se achantó el de Pepino, que siguió poniendo empeño en torear bonito ahora por naturales. Y bajándole la mano. Fue hablándole mucho al toro, pieza clave para que le obedeciese en la querencia. Y la apuesta fue máxima en el final de obra, sin música, pero con el pasodoble de su arrojo, le sopló luquecinas de mucho mérito al calor de las peñas. El pinchazo preludió la estocada, pidiéndose y concediendose un premio.
Juli exprime la falsa emotividad inicial del cuarto, que acaba sometido a su yugo de poder, pero lo pincha
Más hondo el castaño cuarto, de 488 kilos, al que Juli dejó verónicas de técnico trazo de inicio y le dio una leve cara. Emotivo se arrancó en banderillas el de Garcigrande, que brindó al tendido López. Y fue domeñando el tranco del toro en una primera serie de poder por la diestra. Tendía también a arrancarse emotivo, pero se paraba a mitad de la serie y tenía que entrar en acción la porfía del de Velilla, que lo exprimió por ambos lados. Y acabó sometido a su yugo de poder esa falsa emotividad inicial del animal, al que se arrimó de verdad en el epílogo. Todo se emborronó con los cuatro pinchazos previos a la estocada, lo que dejaron todo en ovación.
El toque firme de Perera puede al quinto, con el que se da un arrimón de órdago
De 495 kilos el cuarto, al que Perera saludó con verónicas pegadas a tablas. Lo cuidó en el jaco y quitó por tafalleras. Espectacular el último par de Curro Javier, que debió saludar con la plaza puesta en pie. Al público fue el brindis del extremeño, que se lo pasó por detrás en el centro del anillo de rodillas. Emocionante inicio de faena. Animal que salía desentendido de los muletazos y con el que Miguel Ángel tuvo que tirar de toque firme, de hablarle mucho y de poderle. Se le quedaba corto a zurdas, e incluso estuvo a punto de hacer por él. El final de faena estuvo marcado por el toreo en cercanías, haciéndose llegar los pitones a milímetros, y encunandose entre éstos Perera. Se le cayó un punto desprendida la estocada, que requirió de descabello. Ovación tras aviso.
El supremo gusto de Rufo, muy templado, corta otra oreja al sexto
No terminó de rebozarse en la capa de Rufo el sexto, al que quitó con sumo temple a la verónica. Apretó a los hombres de plata en banderillas, e incluso cortó a Fernando Sánchez el toro. De canela fue el prólogo muleteril tras el brindis, llevándose el toledano al toro al paso a los medios con sumo gusto. Hubo auténticos carteles de toros en una obra con el denominador común del temple. Y del gusto. Por las dos manos selló Tomás su peculiar concepto castellano, dibujando cambios de mano superiores. Los ayudados de final de faena fueron una delicia. Al final, la estocada precedida de un pinchazo puso en su mano una oreja más.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Cuatro Caminos, Santander. Segunda de la Feria de Santiago. Corrida de toros. Lleno.
Toros de Domingo Hernández. Correctos de presentación. De emotividad inicial y luego falto de entrega y venido a menos el primero; También emotivo mas sin que brillase por su entrega final el segundo, incierto por momentos; Manso de libro el tercero; De falsa emotividad inicial un cuarto a menos; De compleja embestida la del quinto, que no terminó de romper y fue a menos; De noble y humillada embestida la del buen sexto.
Julián López ‘El Juli’: Ovación y ovación
Miguel Ángel Perera: Oreja y ovación tras aviso
Tomás Rufo: Oreja y oreja
FOTOGALERÍA: LANCES DE FUTURO – ARJONA