“Lo del domingo en Arles es un acontecimiento y los acontecimientos están para aprovecharlos y para hacer ruido. Es una plaza que me apasiona. Es una nueva oportunidad que me ofrece el maestro Juan Bautista que no la voy a desaprovechar”. Son las primeras palabras que fluyen de Adrien Salenc cuando se le recuerda que el domingo será testigo de la alternativa de El Rafi en Arles, en la apertura de la temporada francesa. Arles y Salenc. Salenc y Arles. Un binomio que afloró con fuerza en septiembre con el zarpazo que pegó saliendo en hombros. “Aquello ya es historia, lo que importa es ahora”, subraya.
“Mi carrera es atípica. Lo sé. Voy a pulmón, voy corrida a corrida y de momento el milagro que estamos haciendo mi apoderado –Olivier Barachart- y yo; Lo estamos consolidando”, admite el diestro francés. “No soy de alardear, ni de ronear de nada. Prefiero apostar y hablar en la plaza. Soy un tío honesto que lo baso todo en la entrega, en darlo todo en la plaza y en no dejarme nada dentro. Al final, el toreo es ser distinto, ser de verdad y tener carisma. Delante del toro es fundamental no engañar a nadie y poner todo lo que lleva uno dentro”, explica.
El domingo se enfrenta a una corrida de Pedraza de Yeltes. La conoce bien. Tiene amistad con los ganaderos pero será en Arles cuando estoquee por vez primera un encierro de esta particular divisa salmantina. “Es un toro con mensaje, impresiona por sus hechuras, pero luego es una embestida importante que da mucho a los toreros que son capaces”, revela. “Voy a lo mío. Feliz de ser testigo de un torero nuevo como El Rafi y de alternar con un maestro con Daniel Luque que se ha puesto de nuevo en el sitio que le corresponde. Ellos irán a lo suyo y yo a lo mío. Mi idea es clara: ¡Aquí esta Adrien Salenc!”.