Morante de la Puebla es uno de los toreros que con el tiempo logrará que las entradas de sus hazañas en los ruedos sean piezas codiciadas de coleccionistas. Hablar del torero de La Puebla del Río es revivir momentos donde la afición a los toros se arrebata.
Si juntáramos todos los aficionados que dicen haber visto la tarde del capote de Madrid o la reciente tarde del rabo en Sevilla estaríamos hablando por miles y miles hasta lo mejor llenar ambas plazas por diez. Esto es sólo un indicador del tamaño del personaje sobre el que estamos hablando y de sus hazañas que cuentan con la capacidad de ser engrandecidas por el tiempo y por la imaginación popular. Pontevedra es una plaza que ha tenido siempre en sus carteles a las máximas figuras del toreo con independencia del estilo artístico, clara muestra de la capacidad y amplitud de la afición gallega.
Si uno repasa los nombres de Manuel Benítez, Espartaco, Rincón, Ponce o los más recientes de Fandi y El Juli podemos ver que Pontevedra tiene una sensibilidad especial donde caben todos los toreros y sus palos. Morante vuelve este domingo tras la resaca de triunfo del pasado día seis protagonizada por Daniel Luque y Tomás Rufo y lo hace en un cartel especialmente emotivo porque supone el adiós a una de sus plazas de Juli.
El torero de Sevilla salió hombros en el año 2018 pero son recordadas faenas llenas de sentimiento que no acabaron rematadas por la espada. La expectación es máxima y a nadie dejará indiferente un torero de leyenda al que Pontevedra espera y admira para una jornada que se presume realmente especial.