Daniel Luque se someterá a nuevas pruebas en el Hospital de Jerez para estudiar una posible lesión en el peroné de la pierna derecha tras la dura cogida de ayer mientras toreaba de muleta al sexto toro de la tarde en la plaza de El Puerto de Santa María.
El matador de toros sevillano recibió una cornada en la tarde de ayer en la Plaza Real de El Puerto de Santa María mientras toreaba al sexto de la tarde, un ejemplar de Montalvo al que ya había instrumentado una faena completa que iba camino de un nuevo triunfo cuando llegó el percance.
En el transcurso de una serie de adornos finales, el de Montalvo hizo por él y lo prendió por la zona del vientre. La voltereta, en sí, ya fue dramática, dado que el toro lanzó a Luque un par de metros y se ensañó con él en la caída, hasta que llegaron las cuadrillas para llevarse al toro y trasladar rápidamente a la enfermería al torero herido.
El percance llega en un momento muy inoportuno, pues el torero de Gerena se encontraba disfrutando de un estado de gracia absoluto.
El parte médico de Daniel Luque
El doctor Carabot, que intervino a Daniel Luque en la enfermería de la plaza de toros de El Puerto de Santa María, explicaba con estas palabras la cornada del torero:
«Herida por asta de toros que interesa la cavidad abdominal. Rompe la pared muscular de la cavidad abdominal anterior con un orificio lo suficientemente grande para que salgan varias asas intestinales, que llegan evisceradas a la enfermería. El torero llega con dolor, obviamente, pero consciente. Además, se queja de un dolor en el tobillo izquierdo que parece no ser más que un esguince. Entonces centramos toda nuestra atención en la cornada del abdomen, que tiene fuera las asas del intestino delgado. Limpiamos y, bajo anestesia general, recolocamos el intestino delgado. No apreciamos ninguna otra lesión de ningún otro órgano y, además, no se aprecia ninguna hemorragia activa. Colocamos, entonces los intestinos, cerramos la pared abdominal dejando un drenaje dentro de esa pared, como testigo de la evolución de los próximos días, y dejamos otro drenaje dentro de la pared muscular, que es la que hemos cerrado. Para que, si se produce un sangrado en la zona, se evacúe el hematoma y no se produzca ninguna otra lesión. Cerramos la piel y el paciente está estable, con buen estado general, y lo mandamos al hospital de referencia, que es el Hospital General de Jerez, para que permanezca allí unos días y asegurarnos de que no haya ninguna complicación o haya pasado desapercibida alguna lesión. El pronóstico es grave por la cantidad de días que va a estar de baja, lo que no creo es que corra peligro la vida del torero».