Hoy Madrid cambia de rumbo. Una nueva etapa regirá Las Ventas los próximos cuatro años y, bajo la estela de Simón Casas, recae la importancia imaginativa que puede y debe ser base para la tauromaquia del futuro. Todos sabemos de su capacidad y también de los riesgos que ha asumido en las plazas de primera que gestiona, pero la responsabilidad de saberse primer pilar de la Fiesta de la que su personalidad será careta indiscutible debe ser sensata. Y así será.
Diez brindis necesita Madrid. Irreales. Soñadores. Atrevidos, incluso intrépidos para el productor. Pero diez deseos con la objetividad de lo ocurrido en el último lustro y la parcialidad humilde de saberme aún novicio en los planteamientos que ahora desgrano:
1-Recuperar esas cuatro mil almas abonadas que se han perdido en las últimas temporadas no pasa sino por calidad, oferta agresiva e innovación para incentivar al aficionado veinte y treintañero del 2016. Que es el que de verdad importa. También por mil fórmulas más allá del nombre que todos sabemos repetido en el abono. Y de mil pericias incluso televisivas para que nadie se pierda lo que en el primer escenario taurómaco ocurre porque no cabe la posibilidad de vivir esa experiencia en ningún otro lugar del mundo. Ni siquiera por la pequeña pantalla.
2-Madrid es Madrid, y su toro es su toro. Y también su novillo. Simón tiene su punto de vista que en varias ocasiones ha sacado a la luz, pero el respeto ha imperado en su indiscutible trayectoria. Lo hará, seguro, en los próximos cuatro años. Porque el problema no es el novillo de Madrid, sino la falta de novilladas para que la resolución en la cara de un animal digno sea efectiva en los jóvenes que quieren ser toreros.
3-Que la juventud infectada de animalismo de asfalto en la capital no reniegue de ir a los toros en el próximo lustro depende, en gran parte, de la promoción y, sobre todo, presentación de la verdadera cara del toreo a los extrarradios de Madrid. De ahí nace la afición: somos misioneros de nuestro propio futuro y en la nueva empresa radica la responsabilidad de conseguirlo. Que nadie diga que esto es maltrato depende de todos y, sobre todo, de la nueva empresa, obligada por pliego a difundir la verdad de la tauromaquia.
4-Que los novilleros se vuelvan a batir el cobre en la capital depende de la perspicacia con la que la nueva empresa plantee no sólo las dieciséis novilladas reglamentarias de temporada, sino la apuesta novilleril que exige la Comunidad. La seriedad de la primera plaza del mundo es sagrada, también para los jóvenes valores. oQue Madrid, fuera de ferias, vuelva a ser Madrid. Que no se convierta en una plaza de oportunidad para chavales a los que no les han explicado que para ser torero no vale cualquiera. Que se respete el marco para respetar la profesión, porque si no, no existirá el futuro. A Madrid debería llegarse por habérselo ganado, no hay que llegar a Madrid a ganarse lo demás.
5-Es una oportunidad de oro para el escalafón de clase media. Más de una decena de festejos mayores más en el estío capitalino significan más de una treintena de puestos dorados para los que merecen ocuparlos… y también unas cuantas confirmaciones que aligeren la larga cola de matadores de toros que esperan su turno para salvar su situación. Siempre con la imaginación que Simón lleva implícita, por supuesto.
6-Que la diversidad de encastes no esté reñida con la seriedad de la plaza y, por ende, con la presencia del culmen del escalafón en ésta. Soñar es gratis. Hacerlo en el amanecer de esta nueva empresa, también.
7-Nautalia merece el respeto de toda la afición. Cuando hoy las empresas se quitan de las «duras”, la asociada en UTE con Simón Casas ha demostrado creer en el toreo como sector con futuro económico. Que lo explote con la seriedad de quien ve porvenir mercantilista en este sistema es una gran noticia para el toreo. Y lo hará por el bien de su bolsillo y por el compromiso moral que ha adquirido ganando este concurso.
8-Que a pesar de lo subastero e intervencionista del pliego, Madrid vuelva a ser lo que su afición demande. Que la Administración, a través de sus políticos, no intente cohibir –como ha hecho con este pliego- la imaginación empresarial que atesora Simón. Cinco años de trabajo y, sobre todo, de pedagogía para hacerlo entender.
9-Que el verano madrileño vuelva a ser verano madrileño. Que no se abrase al sol el aficionado los domingos por la tarde. Que un joven pueda pasar un rato agradable pero sobre todo económico en Las Ventas. Y si es viernes por la noche, mejor. Que nada sea excusa para que Madrid se llene también en verano.
10- Hay que luchar en Madrid por mitigar ese triángulo del tendido 5 que se fue haciendo cada vez más grande y nadie le dio importancia hasta que fueron abriéndose agujeros en los demás tendidos. Y entonces -como siempre- ya era tarde. El gestor de Madrid debe tener presente que es mejor la solución que el parche, porque en este negocio, por desgracia, la falta de imaginación viene asociada a los parches permanentes. Y eso, al principio del ocaso.