Roberto Armendáriz es uno de los rejoneadores revelación de la temporada. Salió a hombros en la pasada Feria del Toro de Pamplona y el pasado domingo cortó una oreja en la plaza de toros de Las Ventas, una doble aduana para pasar a formar parte de carteles de postín no sólo en el final de esta campaña, sino en 2024.
En Las Ventas dejó una actuación seria pero variada, con caballos que llegaron mucho arriba y momentos de mucho interés: «La tarde la viví con mucha intensidad. Fue una tarde muy bonita. Ya son tres años los que he tenido la suerte de estar presente en el cartel de seis rejoneadores, he dado una dimensión buena y se está valorando», destaca el caballero navarro.
«Ya en el paseíllo noté ese punto emotivo que tiene Madrid; entrar en esa plaza con el caballo te pone el corazón a una velocidad distinta. En cuanto a la lidia, fue un toro bueno pero que se terminó pronto y se rajó. Tenía, no obstante, buena condición y me dejó poder lucir caballos, como Capea, que puso dos banderillas de plaza a plaza, y Rubí, que dio el pecho y llegó a cercanías. Después toreé sin cabezada con mucha expresión y mucha clase», explica el caballero norteño.
Luego, a la hora del rejón final, «el toro se quedó parado. Pero en mi caso no me importa porque el caballo me deja llegarle bien», añade Armendáriz. «Sentí el calor del público. Que Madrid valore una faena de esa forma es muy emotivo e importante para mi carrera», reconoce.
Sobre sus próximas actuaciones, explica que «el sábado toreo en Francia, en Cazaubon; toreo el día 4 de septiembre en El Casar, en Guadalajara, luego el 5 en Peralta, el 8 en Cintruénigo al lado de Perera y Pablo Aguado, el día 10 en Paredes de Nava, el 16 en Yepes y algunas cosas por anunciar».