VICENTE ROYUELA / LA ECONOMÍA DEL TORO
INTRODUCCIÓN
2015 fue un año
electoral en España. Además de las elecciones generales de diciembre, en
primavera tuvieron lugar elecciones municipales y autonómicas en numerosas
regiones. En un número importante de zonas de España, un conjunto de partidos o
coaliciones nuevas accedieron al poder y comenzaron un acoso a las fiestas con
reses bravas que puso sobre aviso al sector taurino, que comenzó una campaña de
defensa jurídica y de denuncia pública de estas acciones, que van en contra del
sentimiento de un volumen importante de personas.
Por primera vez en
nuestra cada vez menos joven democracia, en 2016 hemos tenido que volver a
votar en unas elecciones generales después de escasos meses de fallida
legislatura. Pese al enorme potencial del voto de la izquierda, el resultado de
2016 ha reforzado al partido en el gobierno mientras que la coalición entre
Podemos e Izquierda Unida ha recabado menos votos de los esperados.
Articulistas de
medios taurinos, e incluso artículos y noticas en la prensa generalista, han
planteado la posibilidad de que las agresiones a la fiesta brava haya tenido
que ver con el retroceso de los votos de los partidos que parecía que iban a
cambiar la piel de toro de arriba abajo. Evidentemente, los motivos por los
cuales las personas emitimos nuestros votos son múltiples y complejos y es
difícil hacer elucubraciones sobre los motivos globales de los cambios
electorales.
No obstante, en
ocasiones los números permiten encontrar algunos rasgos globales que ayudan a
entender el comportamiento de las sociedades. Para ello, hemos recogido
información de los resultados en términos de número de votos por
circunscripciones electorales en España en las elecciones de 2015 y 2016 y
hemos desarrollado un ejercicio estadístico-econométrico para intentar extraer alguna
evidencia.
EL ESTUDIO
Vaya por delante, que
el resultado esperable es que el mundo de los toros es poco importante y que su
impacto en los procesos electorales es simplemente nulo. Evidentemente, los
comicios no se deciden por los toros. Y esto es de esperar que sea así en
partidos de los cuales a se conoce su posición respecto a la fiesta de los
toros (de tibio apoyo de unos, o de condescendencia de otros). El punto clave ha sido la intensidad del
ataque a los festejos con reses bravas que han planteado desde las coaliciones
varias apoyadas o lideradas por Podemos.
El ejercicio en
concreto ha consistido en analizar el cambio en número de votos, así como en
porcentaje, por circunscripción electoral, para cada uno de los cuatro partidos
políticos en España con un volumen significativo de diputados en las cortes
generales: PP, PSOE, Unidos Podemos y Ciudadanos. Dicho cambio de apoyo
electoral se ha contrastado con una serie de factores diversos: los votos
previos de cada partido por circunscripción, la tasa de crecimiento económico
provincial en 2015, el nivel de desempleo, una variable que mide el nivel de
calidad institucional[1] que
aproxima el nivel de corrupción en el territorio, el peso del sector agrícola
en la economía provincial, y finalmente el volumen de actividad taurina, al que
hemos añadido como controles una
serie de variables ficticias de provincias no taurinas o tienen prohibidas las
corridas de toros.
La actividad taurina
la hemos aproximado utilizando el volumen de festejos mayores de 2015, el
promedio de festejos entre 2010 y 2015 y el promedio entre 2000 y 2015.
Igualmente hemos añadido el crecimiento de festejos entre 2012 y 2015 para
comprobar si el factor dinámico pudiera ser un aspecto importante. Las
variables se han utilizado en términos absolutos y en términos per capita.
Los modelos que han
contabilizado el número de votos han utilizado las variables en niveles,
mientras que los modelos que han empleado la proporción de votantes han
considerado el logaritmo de los festejos, intentando capturar la elasticidad en
términos relativos. En el apéndice se muestran las tablas con todas las
estimaciones realizadas.[2]
CONCLUSIONES
De los resultados se
extraen las siguientes conclusiones:
·Ni PP ni PSOE han experimentado
mayores o menores subidas de votos en circunscripciones electorales más o menos
taurinas.
·Ciudadanos tampoco aparece
especialmente afectado por dimensiones taurinas. No obstante, en uno de los
modelos se encuentra que observa un
efecto de resistencia (cae menos su volumen de votos) en provincias con mayor
actividad taurina en 2015.
·Unidos
Podemos ha bajado más el número absoluto de votos en provincias con mayor
volumen de actividad taurina. Este resultado, que
no se encuentra en el porcentaje de votos, está altamente influido en Madrid,
región en la cual se ha evidenciado de manera notoria el ataque a la fiesta en
diversas localidades, comenzando por la capital.
Todo esto puede
perfectamente argumentarse como algo circunstancial, algo transitorio, o
incluso como anecdótico. No obstante, entendemos que sí se puede afirmar que la beligerancia antitaurina no suma votos a los
partidos que pretenden ser mayoritarios y con aspiraciones a gobernar.
Pretender administrar los asuntos de todos implica que se debe contar también
con aquellos ciudadanos, pagadores de impuestos, a los que nos gusta
emocionarnos asistiendo a espectáculos donde la bravura es protagonista.
PACMA Y EL VOTO
ANIMALISTA
Además de los
partidos mayoritarios, hemos analizado también el comportamiento electoral del
PACMA. Hay que indicar que esta opción política ha aumentado sus votos en
prácticamente todas las circunscripciones electorales. En consecuencia, puede
llegar a afirmarse que la actitud
intransigente de Unidos Podemos contra la fiesta brava no le ha aportado más
votos por esta vía. Los veganos y animalistas convencidos parece que prefieren
sumarse a PACMA, pues constituye la opción más radical del anti-humanismo.
En análisis de los
resultados electorales de este partido apuntan a un mayor crecimiento en
provincias con menor actividad taurina, lo cual obliga a dar un toque de atención, ya que allá donde la fiesta tiene menor apoyo es
justamente donde sus detractores crecen más.
ANÁLISIS LOCAL
Disponer de información
electoral local, así como de un registro de municipios en los cuales la actitud
del partido gobernante es beligerante contra las fiestas con reses bravas,
permitirá un análisis más profundo y estadísticamente más robusto. Hay que dejar
patente cuanto antes que los taurinos también votamos y que gobernar en contra
de un sector importante de la población además de injusto es contraproducente
desde el punto de vista electoral.
[1] Hemos incluido el European Index of
Quality of Government: Charron, Nicholas, Lewis Dijkstra & Victor Lapuente.
2014. ‘Regional Governance Matters: Quality of Government within European Union
Member States’, Regional Studies,
48(1): 68-90
[2] Las
bases de datos y los programas que se han empleado están disponibles bajo
petición.