El pasado 28 de agosto tuvo lugar en la localidad segoviana de Cuéllar el segundo encierro de sus fiestas patronales con ganado de la divisa sevillana de Partido de Resina, una divisa con un sello muy particular que dio un esperanzador juego en el ruedo tras lidiar algunos animales con interés, entre ellos un ‘Tijera’ al que se le dio una vuelta al ruedo muy protestada. Una corrida variada en su juego que permitió el triunfo de Juan de Castilla.
Un encierro que resultó tremendamente complicado y largo. Como podemos leer en el portal Arribes Taurinas, “tras una salida veloz y con la manada bastante compacta, los astados de Partido de Resina no se lo pusieron nada fácil a los caballistas en el trasladado por el campo, de hecho, los bueyes llegaron al tramo urbano -y, por lo tanto, a la zona del embudo- antes de lo previsto, junto a tres de los seis ejemplares” se podía leer en dicha web.
Unos animales que se disgregaron durante el recorrido, como bien se especifica en dicha noticia: “Posteriormente, y también a cierta velocidad, llegaron de manera solitaria el cuarto y quinto astado. Ello hizo que completarán el recorrido urbano por las calles del municipio completamente rezagados, por lo que la exigencia para los corredores fue mayor”.
Pero como dato anecdótico, uno de los astados de la divisa azul, celeste y blanca tuvo que ser anestesiado tras no querer avanzar por el recorrido. El animal se paró a mitad del mismo y no quiso avanzar, algo que obligó a tomar esta decisión al ver que era imposible reconducir por dicho recorrido a un animal que puso las cosas muy difíciles como podíamos leer en dicho portal: “El otro toro rezagado fue finalmente anestesiado (antes de alcanzar el embudo) ante la imposibilidad para reconducirlo al recorrido. Sin embargo, a pesar de la complejidad del encierro (con algunos momentos de notable peligro, tanto en el campo como por las calles), no se han registrado percances de gravedad ni heridos de importancia”.
Una corrida de toros que definió de la siguiente manera nuestro compañero David Jaramillo: “Toros de Partido de Resina, de magníficas hechuras (sólo desentonó el cuarto) y correcta presencia. Todos acusaron el encierro. Noble, aunque blando el primero; de buen pitón derecho el segundo; manso y desentendido el tercero; desentendido y deslucido el cuarto; sin humillar el descastado quinto, ‘Tijera’, n.º 10, entrepelado, premiado con una protestadísima e incomprensible vuelta al ruedo; y el sexto tris (dos devueltos por inválidos), obediente y con movilidad”.