En tierras de Toledo, concretamente en las cercanías del municipio de Mazarambroz, se encuentra la ganadería de Conde de Mayalde, propiedad de Don Rafael Finat Riva (Excmo. Sr. Conde de Mayalde), un ganadero que mantiene en esta zona un tesoro genético de incalculable valor. Sus toros ya están lustrosos y rematados de cara a una temporada en la que tiene puestas todas las ilusiones. En El Castañar, la finca donde pastan los animales, está todo su proyecto ganadero: desde las vacas de vientre hasta los toros de saca, pasando por los erales, los sementales o las vacas de tentadero. Un paraíso en el que el toro bravo convive con otras especies entre las que destaca el jabalí o los venados.
La unión del toro de Contreras con el de Domecq le ayudó a ganar en volumen y seriedad, amén de un giro de tuerca en el comportamiento de los animales. Debido a la tablilla de aquellos años 80 se le hizo mucho daño al toro de cada encaste, desestimando animales por no superar una barrera a todas luces injusta. El toro de Conteras no se amoldaba a ese tipo de animal que se exigía, por lo que se buscó un cruce que no ayudara encontrar ese toro de mayor volumen sin perder las señas de identidad del encaste. Muchos años de trabajo les han traído hasta aquí, sin duda el refrescamiento fue más que positivo.
FOTOGALERÍA: STÉPHAN GUIN