Corrida de expectación en el Coso de Los Llanos, con un encierro en chiqueros con los hierros de Victoriano del Río y Toros de Cortés. En el paseíllo, un atractivo cartel que abría Sebastián Castella y que contaba también con la presencia de Emilio de Justo y Tomás Rufo.
La movilidad sin entrega del primero y Castella no se terminan de entender
Con sus dos puntas astifinas al cielo, serio por delante y más escurrido por detrás salió el serio primero, de baja estampa, que no terminó de entregarse en el capote de Castella. Tiró de lógica el francés, tras una vara trasera y una excelsa lidia de José Chacón, para iniciar faena, domeñando al toro hasta los medios, donde se encontró con un animal de chispa. Y no fue hasta la cuarta serie al natural hasta la que logró cogerle el aire el galo, al que le dejó naturales de buena proposición pero sin rotundidad final para que la obra llegase arriba. El toro tuvo movilidad y duración pero le faltó entrega final. Además lo pinchó y, a la segunda, dejó una estocada baja. Silencio tras aviso.
El gobierno de De Justo al manso segundo le vale la oreja
Más apretado de carnes pero serio en su conjunto también el segundo, que se durmió en la vara trasera. Y la media altura con la que embistió en el peto la confirmó luego en las bellas chicuelinas de manos bajas que le recetó Emilio de Justo. Dejó un excelso inicio de faena por doblones y fue construyendo una obra a más en la que el toro le aguantó tres tandas… Pero qué series fueron las que le ejecutó hasta que se rajó. Porque le bajo la mano con gusto el extremeño, conduciendo con la voz la embestida del toro y gobernando su trazo huidizo. Y en el final por bajo también obligó al de Victoriano a embestir, doblandose en el prólogo antes de una estocada trasera y un punto caída. Oreja.
El acero lastra la profundidad y el valor de Rufo ante el gran tercero
A pies juntos fueron las firmes verónicas de Tomás Rufo para saludar al segundo, de bonitas hechuras, y que se empleó largo tiempo en el peto. Sin pensárselo, y tras brindar, se echó de hinojos y así comenzó faena el toledano, que fue tirando de la condición de un toro con menos recorrido del que aparentaba en los primeros tercios. Y así, en la distancia corta, fue construyendo una faena inteligente por ambos lados el de Pepino, echando arrestos al embroque y haciendo todo pronto y en la mano antes de que se le quisiese rajar. Lo mejor llegó al natural, por donde ahondó en su concepto y profundizó llegando arriba, pero también en una superlativa serie por la derecha que tuvo un cambio de mano de escándalo. Gran toro de Victoriano, que al final no manseó, y al que pinchó lamentablemente Tomás, dejando pinchazo y casi entera que requirió de varios descabellos. Ovación.
Un pulcro Castella no acierta la estructura de la faena al bravo cuarto, otro toro importante
Auguró cosas buenas de salida y en el capote lidiador el cuarto, pero se empeñó Castella en partirlo en el inicio de la faena por estatuarios. Y aún así se guardaba la bravura el de Victoriano, que le embistió haciendo el avión en la primera serie, con prontitud, entrega y rebozándose en el viaje. Toda una oda al toro bravo. Castella estuvo pulcro por ambos lados hasta que, como era de esperar, el buen toro se le vino abajo en la segunda serie. No tuvo ni uno más, ni siquiera las manoletinas que propuso el de Béziers. Dejó una fea estocada y paseó una oreja tras aviso.
De Justo hace un esfuerzo sincero con el quinto, muy agarrado al piso
El quinto fue un toro más agarrado al piso que sus hermanos. A pesar de cuidarlo en varas, se le vino muy abajo en la faena. Hizo un esfuerzo sincero De Justo, dejándoselo llegar mucho y arrimándose en el final de obra. Captó ese gesto Albacete, que pidió la oreja sin fruto tras una estocada defectuosa. Ovación final.
Esfuerzo de Rufo con el desfondado sexto
Meció con gusto la capa a la verónica Tomás Rufo al sexto, un toro que elevó hasta en dos ocasiones el caballo de Espartaco por apretar. Al tendido brindó de nuevo el toledano, que dejó un prólogo de obra a pies juntos con sumo gusto. Pero se desinfló absolutamente el animal y no pudo hacer sino justificarse Rufo, que ahora sí dejó una gran estocada. Ovación.
FICHA DEL FESTEJO
Coso de Los Llanos, Albacete. Séptima de abono, corrida de toros. Tres cuartos de entrada.
Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés, impecables de presencia. Movilidad sin entrega la del primero; emotivo hasta que se rajó el manso segundo, que tuvo embestidas humilladas de inicio; importante el tercero, con duración y entrega; importante hasta que pudo el bravo cuarto, rebozándose en la embestida y con entrega y codicia; agarrado al piso un quinto muy a menos; Desfondado y muy a menos el sexto.
Sebastián Castella (marino y oro): palmas tras aviso y oreja tras aviso.
Emilio de Justo (esmeralda y oro): oreja y ovación.
Tomás Rufo (tabaco y oro): ovación y ovación.
FOTOGALERÍA: UTE CASAS-AMADOR
