«El toro no veía bien, por el lado derecho sobre todo. También tenía tendencia a perder el objeto y desentenderse. Por eso creo que ha sido una faena importante, anticiparme siempre a él y taparle los defectos que he podido. Me he encontrado muy a gusto para empezar».
«Yo estoy contento, aunque el segundo se vino abajo pronto. Pero la faena al último mío ha sido una faena muy a más. Me he sentido mucho y he podido torear despacito. ha habido que darle tiempo al toro, que tenía que sacar el fondo para que fuera a mejor y lo hemos conseguido. Es una tarde muy especial para Gonzalo, y después de su cornada he tratado de que se sintiera arropado, porque además de la rivalidad, en el ruedo también hay compañerismo».