Desde que corría por el patio de cuadrillas mientras su padre se llevaba la carne de los festejos taurinos todos los aficionados talaveranos conocen a Tomás Rufo.
Aunque tuviera momentos en los que el fútbol le desviara del buen camino siempre estuvo presente por aquellos lugares donde se respiraba el toro en la Ciudad de la Cerámica.
Cuando toreo en Pepino para presentarse en público en los tendidos había muchos talaveranos que disfrutaron de esa inolvidable faena que derrumbaba la lógica.
Su año en la escuela taurina de Toledo le hizo presentarse con gran éxito en las Mondas en una clase práctica que ha adquirido más nivel viendo la evolución de los actuantes con el tiempo. En ese año toreó por los pueblos de la provincia y de la comarca ilusionando y triunfando a diario.
En su época de novillero sin caballos se cuentan como inolvidables sus faenas en Mejorada, Talavera, Segurilla, Los Navalmorales o su encerrona en Pepino. El magnífico debut ante toros de Pablo Mayoral fue el día en el que Talavera cambió para siempre porque el mano a mano con Aarón volvió a recuperar para el toreo a una ciudad. Aunque fuera prendido en el primer toro el ambientazo y la ilusión vivida fue el punto de partida de todo.
Tras un estrambótico debut producido por esas cosas que pasan solo en Talavera se produjo un año en el que Tomás tuvo que luchar contra el banquillo y su tarde ante las cámaras de Castilla-La Mancha en mayo de 2019 dejó claro que había torero.
Cuando se jugó a todo o nada su carrera en Madrid fueron miles los aficionados que acudieron a empujarle y que con orgullo le vieron triunfar en el certamen de novilladas. Nacía el ídolo.
Hasta su alternativa peregrinaron por toda España cientos de aficionados que además pudieron seguirle en los triunfos de El Puerto, Córdoba, Vistalegre o la Puerta Grande de Madrid.
Tomás sigue viviendo en su pueblo y compartiendo el día a día con sus amigos de siempre al igual que en Talavera y eso ha generado un arraigo que le da la fuerza para ser considerado propio.
La invasión de Valladolid para la alternativa disparó la ilusión y Talavera llenó solo una semana después para verle presentarse de matador en el primer no hay billetes que se daba en muchísimos años.
Tras ello han venido los triunfos por toda España cantados por la prensa local con mucho entusiasmo y sus tres siguientes salidas a hombros en La Caprichosa.
Es el momento este sábado de seguir reivindicando ese amor con una gran expectación que indica la fuerza del mismo y la ilusión de una ciudad.