El matador de toros sevillano José Antonio Morante de la Puebla se vio obligado a parar de nuevo en esta temporada de calvario que le está propiciando la lesión de ligamentos escafo-semilunar de la mano derecha, la cual lleva arrastrando en los últimos meses a causa de la voltereta sufrida en la plaza de toros portuguesa de Vila Franca de Xira a comienzos del verano. Una recaída que tuvo lugar tras hacer el paseíllo el pasado sábado 9 de septiembre en la tradicional Corrida Goyesca de Ronda, dejándole fuera de los ruedos, mínimo, hasta el 22 de septiembre.
Esta no es la primera vez en esta campaña que Morante tiene que causar baja en festejos contratados por ese problema que, indudablemente, va a hacerle pasar por el quirófano en un momento u otro, pese a lo que se alargaría el tiempo de recuperación de cara a la temporada venidera. Debido a esta recaída, el espada sevillano se ha perdido los compromisos de Lisboa, Don Benito, Valladolid, Dax, Murcia, Albacete, Guadalajara, Salamanca, Nimes y Logroño, estando pendiente si puede llegar al festejo del próximo día 24 en Úbeda o, por el contrario, si espera al fin de semana posterior donde también está anunciado el día 30 en Úbeda, amén de su doblete comparecencia en la Feria de San Miguel los días 29 de septiembre y 1 de octubre.
Una de esas tardes donde Morante no pudo actuar fue la del pasado 17 de septiembre en la plaza de toros portuguesa de Moita, siendo el también sevillano Juan Ortega el que trenzara el paseíllo junto a los rejoneadores Antonio Ribeiro Telles y João Moura hijo, así como el matador de toros local Joaquim Ribeiro Cuqui. Un festejo donde estuvo presente el propio José Antonio Morante de la Puebla, el cual disfrutó de una gran noche de toreo desde el tendido de la plaza.
Morante en los toros en Moita, Portugal 🐂🇵🇹 pic.twitter.com/L6B7pCM2zn
— La Economía del Toro (@economiadeltoro) September 16, 2023
Una presencia que no pasó desapercibida para una afición que estaba deseosa del ver al espada sevillano, pero la cual tendrá que esperar a una recuperación total del diestro de la Puebla del Río. José Antonio se dejó fotografiar con los aficionados, e incluso fue captado por alguno de los fotógrafos que cubrían el festejo, así como por la prensa de Juan Ortega, como se puede ver en alguno de los vídeos subidos a redes sociales.
La cuenta de Economía del Toro se hizo eco de su presencia publicando una imagen del espada sentado en el tendido junto a su apoderado y amigo Pedro Marques. “Morante en los toros en Moita, Portugal” rezaba el titular a pie de foto. Una publicación que ha alcanzado más de 8.400 reproducciones desde su publicación el pasado 17 de septiembre.
Ortega aprovecha la ausencia de Morante y deja huella en el país vecino
En el primer acto, Ortega toreó con profundidad. Con la mano derecha consiguió reducir la embestida del animal, toreando muy despacio. Al natural llegó la lo más destacado. Hubo muletazos con categoría. Trincherazos, ayudados por alto, molinetes hicieron disfrutar a los aficionados portugueses. El primer toro de Juan Albarrán tuvo buen son y prontitud. El sevillano volvió a cuajar una gran tarde. Otra más este año. El premio fue una vuelta al ruedo en el formato portugués.
Llegó el segundo turno de Juan Ortega. Saltó un toro jabonero bruto y deslucido. La falta de ritmo le complicó las cosas al torero, pero no fue un problema para el sevillano. Tandas de mucho gusto y despaciosidad por el pitón derecho. Muletazos a la cadera, dibujando siempre una línea curva. Algunos duraron una eternidad. Por el izquierdo, de uno en uno, hizo vibrar a los tendidos. Los pases de pecho de pitón a rabo fueron una pintura. El astado de Juan Albarrán terminó entregándose. Fuerte ovación para Ortega.