No está siendo una temporada fácil para Morante de la Puebla: el espada de la Puebla del Río lleva más de dos meses arrastrando una rotura del ligamento escafo-semilunar sufrida el pasado mes de junio cuando toreaba a un astado de García Jiménez en la plaza de toros portuguesa de Vila Franca de Xira. Una lesión que le impidió trenzar el paseíllo hasta su compromiso en Pamplona, plaza donde volvió a resentirse de dicha lesión.
Reaparecería en Huesca casi un mes después de su último paseíllo en una tarde donde compartiría cartel junto al mexicano Joselito Adame y Ginés Marín para estoquear una corrida de Antonio Bañuelos. A partir de ahí la temporada se desarrolló con más o menos normalidad debido a las continuas molestias que le obligaron a parar nuevamente tras comparecer en Ronda para su corrida Goyesca. Una baja que le ha dejado fuera de las grandes ferias del mes de septiembre como Albacete, Valladolid, Murcia, Salamanca, Logroño o Nimes, entre otras.
Una baja que se prolongaría, mínimo, hasta el 22 de septiembre, días antes de su primer paseíllo en Úbeda, plaza donde no pudo hacer finalmente el paseíllo el pasado domingo. Como confirmaron los compañeros de El Mundo por propia boca de su apoderado: “Morante estará en Sevilla el próximo viernes”, una noticia que le ha sacado una sonrisa a una afición que andaba con el corazón en un puño sin saber si José Antonio estaría, o no, finalmente en La Maestranza.
Morante ha pasado unos días en tierras lusas
Un Morante de la Puebla que ha pasado un largo tiempo en tierras portuguesas -en concreto en la ganadería de Manuel Veiga, ubicada entre los municipios de Golegã y Azinhaga, esta última la localidad natal del escritor José Saramago- para seguir tratándose de su lesión, algo que le ha ayudado a acortar plazos para intentar estar a punto en un final de temporada muy exigente. Portugal ha sido su refugio, allí se encontraba cómodo sin el foco puesto en su figura. Un tiempo que le ha servido para acortar plazos sobre una lesión que no acabó de solventarse, sometiéndose a duras sesiones de fisioterapia e infiltraciones médicas con unos especialistas portugueses.
Espada que encara este final de temporada con la mente puesta en cuatro cosos de primera categoría donde se anuncia para rematar su temporada. Sevilla, Valencia, Madrid y Zaragoza son los puertos de montaña para un espada que lo ha pasado realmente mal. “José Antonio está muy animado para encarar este último tramo, ilusionado y muy mentalizado”, añadía Marques a la entrevista publicada recientemente en este medio de tirada nacional. Una temporada, en la que si no hay sobresaltos, tocará a su fin el próximo domingo 15 de octubre en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla.