El pasado jueves 12 de octubre Plaza 1 oficializaba que cambiaba su equipo de veedores para la temporada venidera tras un año donde el baile de corrales ha sido una tónica general. Un cambio que llevaba consigo la salida de Juan Carlos Carreño y ‘Currillo’, así como la vuelta de Florencio Fernández ‘Florito’, mayoral de la primera plaza del mundo desde hace más de 35 años y veedor de ésta hasta finales del 2022.
Su reincorporación a este cargo como veedor de la zona centro del país viene dada por su gran conocimiento del campo bravo, algo que ya viene demostrando desde hace varias décadas, convirtiéndose nuevamente en un ‘hombre fuerte’ de Plaza 1 respecto a las corridas que se lidien en Las Ventas. Un hombre al que se le unían Rui Bento Vasques, matador de toros, apoderado y empresario portugués, y el salmantino Alberto encinas, veedor de Morante de la Puebla en los últimos años, el cual tendrá como centro de operaciones la zona de Extremadura y Salamanca.
Antonio Cutiño, de las ‘filas’ de El Juli a las de Plaza 1
Otro de los nombres importantes que se sumaba al carro de este gran elenco de veedores es Antonio Cutiño; hasta este mismo 1 de octubre veedor de Julián López ‘El Juli’. Cutiño -que fue matador de toros- será el encargado de supervisar toro el campo bravo andaluz, uno de los más importantes de nuestro campo bravo. Su primer trabajo en la faceta como veedor se lo dio José Antonio Morante de la Puebla, el cual lo tuvo de su lado nada más retirarse de los ruedos a comienzos del 2002.
Pero José Antonio no ha sido el único torero que confió en el sevillano: otros como José Mª Manzanares, Javier Conde o Rivera Ordóñez también quisieron que este trabajara para ellos. Durante los últimos 19 años el de Sanlúcar trabajó como veedor a las órdenes del madrileño Julián López ‘El Juli’, un torero que siempre vio al animal bravo desde un prisma diferente, conociendo al dedillo cada rincón de nuestra piel de toro. Amante de las hechuras y de los toros en tipo, Antonio conoce como nadie los secretos del campo bravo.
Antonio Cutiño es un veedor que sabe lo que es ponerse delante de un animal bravo, llegando incluso a tomar la alternativa el 13 de julio de 1996 en la plaza de toros pacense de Villafranca de los Barros. Una tarde donde Jesulín de Ubrique hizo las veces de padrino y Francisco Rivera Ordóñez las de testigo. Un festejo muy especial para él, ese en el que le cortaría tres orejas a sendos toros de Dª María del Carmen Camacho, una a “Brillasolo”, toro de su alternativa, y dos al cierraplaza. Su lucha por conseguir un puesto en los carteles busca el camino a su confirmación que nunca llego, abandonando los ruedos casi seis años después de tomar dicha alternativa.