Con la temporada dando sus últimas bocanadas, muchos son los ganaderos que dan por finalizada la misma. Un 2023 donde la regularidad ha sido la tónica que ha marcado el año de muchos criadores. Desde hace años se ha apretado más en la selección, buscando esos animales que por genética, hechuras y comportamiento valieran de cara aún futuro donde la exigencia al ganado es máxima.
Como le pasara a Fernando Domecq cuando en los años 80 abandonó Jandilla para empezar su proyecto en Zalduendo, ahora es Álvaro Núñez el que sigue los pasos del admirado y añorado ganadero madrileño y comienza a empezar a lidiar los machos herrados con su propio hierro. Álvaro ya dio los primeros pasos en 2022, marcándose este un objetivo a medio plazo, ya que en el mundo del toro las prisas nunca son buenas consejeras.
Un camino que se encontró de por medio una pandemia y una subida enorme de las materias primas derivada de la inflación. Pese a ello, el ganadero sevillano no ha dejado de invertir en una época que no invita precisamente a ello. A Álvaro no se le caen los anillos por contar que se ha nutrido de otras ganaderías que no son la de su padre, es más, siempre lo ha marcado como algo positivo para encontrar aquello que le faltaba en casa.
Ahora, con la ganadería prácticamente cerrada mira al futuro con optimismo, sabe que la competencia es feroz, pero también es consciente que la simiente que tiene en casa debe valerle para no perderle el paso a otros ganaderos. El sevillano sabe que anda empezando su proyecto, que únicamente ha lidiado dos camadas, de ahí que el mismo reconoce que necesita un tiempo para alcanzar el nivel de regularidad de otros compañeros que estar ahora mismo en la élite ganadera.
Un 2023 que se ha saldado con 28 animales lidiados en plazas como Málaga, Córdoba, Jerez, Melilla, Zafra o Abarán en un año positivo en lo personal al ver como un número importante de animales sacaron a relucir aquellas virtudes tan marcadas por la reata de la que proceden. Una ganadería que únicamente lleva 17 meses lidiando, un tiempo demasiado corto como para sacar conclusiones definitivas.
Por todo ello quisimos hablar con un ganadero que sumará retos importantes este 2024, una temporada donde deberá dar un paso más en este ilusionante proyecto que comenzó en 2018, ese que en 2023 ha tenido un balance positivo: “Hemos tenido que comprar la finca, hacernos a las instalaciones, esperar cinco años… independientemente del balance de un toro bueno o uno malo, haber llegado hasta aquí y poner esto en marcha, es una maravilla”.
Dentro de una temporada con los lógicos altibajos, el ganadero sevillano está contento por lo que se ha podido ver en el ruedo: “La corrida de Málaga me gustó muchísimo; estuvieron muy bien con ella tanto los tres espadas, cuajando Ortega una de las faenas de la temporada. El de Jerez no me gustó, en Córdoba salió un toro muy bueno para Talavante y un conjunto medio de la corrida”.
Pero la temporada no quedó: “Fue una pena que me quitasen la corrida de Almería, lo que me obligó a lidiar tres toros en Melilla. Ahora he terminado en Zafra y Abarán, donde hubo toros con mucha clase, entre ellos ‘Cacareo’ al que indulto Talavante, un toro muy Cuvillo dentro de una corrida que me gustó muchísimo”.
Tras repasar su temporada ahora toca saber como se está preparando la camada de 2024, esa donde Álvaro Núñez espera dar un paso más tanto en las plazas a lidiar como en la regularidad de sus animales: “Tengo 54 toros; creo que me saldrán ocho corridas aproximadamente. Es una camada buena y muy entipada, de muy buenas hechuras. Por el momento hay cosas habladas, pero nada cerrado todavía”.
Un ganadero que ya ha sonado con fuerza para estar presente tanto en La Maestranza como en Las Ventas, dos plazas que imponen muchísimo a cualquier ganadero: “Son sitios importantes, pero cualquier Feria es buena siempre que vayas con las figuras. Llevo 17 meses lidiando y soy consciente de ello. Este año he ido a Abarán o a Zafra con una ilusión descomunal. Hace falta que embistan los toros”.
Una ganadería que pese a su juventud tiene asentadas las bases de cara al futuro con vacas y sementales contrastadas por el propio ganadero. Una vacada con una simiente muy depurada a lo largo de los años. “Es origen Cuvillo, con algún toro de Talavante, que tiene un origen también de Garcigrande-Cuvillo. Tengo mucha amistad con él, me gusta hablar de toros mucho con Alejandro, además de verlo torear. Y le compré uno de sus toros que me está dando buenos erales. Me gusta”.
Una explotación ganadera que asentó su cuartel general en tierras portuguesas, lugar donde se encuentra cómodo y feliz con una vacada que poco a poco va subiendo en número de animales. Una finca únicamente enfocada en las vacas madres y los sementales, coimo bien nos cuenta el propio ganadero: ”Este año los machos vuelven a Tarifa, a una finca que se llama Iruelas, la finca de la familia Núñez desde el Duque de Medinaceli. Acabo de cerrar el negocio y llevaré allí todos los machos y los toros. Los Núñez somos de Tarifa y me hace mucha ilusión regresar”.
Por lo tanto, tras esta decisión, la finca portuguesa únicamente se quedará para las vacas de vientre y sus rastras hasta el herradero, las hembras de tentadero y los sementales, tomando rumbo hacia tierras gaditanas todos los machos una vez que sean herrados, dividiendo así las dos fincas entre machos y hembras. Una ganadería que se compone de un maremagnum de sangres al tener distintas ramas dentro del encaste Domecq, así como líneas muy marcadas dentro de la sangre Núñez, del que se considera un enamorado y Osborne.
Álvaro es un ganadero muy particular, el cual tiene ese don para intuir aquello que van a pedir los públicos, utilizando dicha intuición para encontrar esos animales que se adelante a su época. Por todo ello, le da un valor importantísimo a las hembras: “A mí me gusta mucho hablar de la ganadería como vacada. El que define el estilo de una ganadería son las vacas. Yo creo mucho en eso. Hay ganaderos de todo tipo y esa es la riqueza del toreo: la variedad”.
Un ganadero que deja claras sus convicciones y el tipo de animal que sueña encontrar:”Yo busco un toro para el que está delante. Soy torerista total, y mis sentimientos son para el que está delante del toro. El toro que embiste bien es como el torero que torea bien, lo más difícil de conseguir. Sin ir más lejos, el otro día vino Morante a tentar a mi casa y luego me puse yo delante de un macho; ahí encuentras sensaciones importantes” acababa comentándonos en el final de la entrevista.