El matador de toros Fernando Adrián estuvo presente, el pasado sábado, en un programa especial de Clarín, de Radio Nacional de España, celebrado en la plaza de toros de Las Ventas. Durante éste, el torero madrileño, que se erigió por dos veces a hombros de Madrid tanto en la Feria de San Isidro como en la Corrida de Beneficencia, analizó lo que había dado de sí su temporada, en la que ha cumplido el hito de salir en 15 ocasiones consecutivas en hombros -todos los festejos en los que ha comparecido durante la campaña-, algo insólito en el toreo y solamente alcanzado por Miguel Ángel Perera en la temporada de 2008.
“El toro es el que me ha hecho siempre tener esa fuerza y el que ha hecho que siga luchando por mi profesión”, comenzaba exponiendo Adrián. “El toro es amigo, es motivador, y es el que hace que esto pueda seguir resurgiendo como muchísimos años. Es el principal al que hay que cuidar y respetar. Es el primero que le pongo siempre y al que le doy las gracias cada tarde que me puedo poner delante de él; gracias al toro he conseguido lo que tengo en mi vida”. Era la declaración de quien vive por y para esta profesión, a la que ha entregado su vida.
“¿Cuántas llamadas recibes de apoderamientos de alguna casa importante a las que le dices no?”, le preguntaron en Clarín en relación a los días posteriores a la doble Puerta Grande. “Estaban más del 80% de las Ferias cerradas. Esa era la realidad. Hubo sustituciones, pero independientemente de todo eso, no ha sido decir no o sí a cualquier apoderado. Ya no se trata de que te pueda llamar una empresa u otro tipo de apoderado”, señala.
Y habló sobre Maximino Pérez, su mentor: “Es un gran profesional, que es lo que hace falta en el toro. Para gestionar esta temporada mía, en la que ha habido tantas decisiones importantes, si no tienes a un gran profesional a tu lado, lo mismo no habrían salido las cosas así”, defendía Fernando Adrián.
“Fue el primero que me llamó desde la primera Puerta Grande para ponerme en Illescas y cuando abrí la segunda Puerta Grande fue el primero que me llamó para decirme que estaba puesto también en Cuenca. Sin haber hecho nada de apoderamiento. Siempre he tenido una comunicación con él desde que abrí la Puerta Grande”, añadía.
“Es la parte fundamental que yo necesitaba en mi carrera. Confié en él, porque los toreros tenemos que tener esa mano derecha como algo fundamental”, seguía exponiendo. Y habló en un momento de la entrevista sobre la ausencia de Otoño: “Personalmente, claro que duele no pisar esta plaza, pero estaba tranquilo porque sabía que si tomaba esa decisión había sido por mi bien, aunque como torero siempre nos guste venir a esta plaza; espero que no se la lleven y volver”.
El Juli como referente
Fernando Adrián es un torero hecho en la Fundación El Juli, torero en el que también se ve reflejado: “Si ves sus inicios, más difícil no se lo pudieron poner, y al final eso es lo que nos hace ser las personas que somos. Y a mí me está haciendo ser una persona totalmente diferente. Doy gracias a la vida por todo ese pasado, porque gracias a todos sus errores y vivencias, soy el torero que soy ahora. Esta tranquilidad de estos meses junto a Maximino ha sido clave”, añadía Adrián.