CAMPO BRAVO

La imagen de dos vacas recién paridas de La Palmosilla: así germina el futuro en los pagos de Tarifa


miércoles 15 noviembre, 2023

Javier Núñez vuelve a asomarse por las redes sociales para seguir enseñando a los aficionados la grandeza del toro bravo

La Palmosilla
Una vaca recién parida de La Palmosilla. © J. N.

El campo bravo siempre nos da sorpresas, y más aún en estos meses del otoño, donde el campo empieza a ganar color gracias a las lluvias caídas y la paridera entra en su máximo apogeo. Un número ingente de becerros y becerras corretean por los cercados de La China y La Palmosilla junto a sus madres, esas que deben transmitirle la bravura que les hizo ganarse un lugar de privilegio en la ganadería.

Pero para poder ver estos momentos mágicos que nos regala el campo bravo, es esencial que el propio ganadero abra las puertas de su casa a través de las redes sociales. Uno de los criadores de bravo más activo en Twitter, ahora X, e Instagram, es Javier Núñez, cabeza visible del proyecto que comenzó su padre hace varios lustros. La ganadería de La Palmosilla es un referente a la hora de enseñar su vacada mediante los distintos canales que hay en Internet, el ganadero afincado en tierras de Tarifa sabe que adaptarse a las nuevas tecnologías es vital.

Gracias a sus continuas publicaciones conocemos el día a día de su vacada, algo que el aficionado valora positivamente. El pasado 5 de noviembre Javier Núñez volvía a la carga publicando dos fotografías de dos vacas con sus respectivos becerros en uno de los amplios cercados de la ganadería. “Las vacas 859 Pavona y 343 Garcilla recién paridas” rezaba la publicación. Dos hembras bien lustrosas, algo que se ve tanto en el brillo de su pelo como en la expresión de ambas.

Junto a ellas, dos becerros con escasos días de vida, los cuales han heredado de su madre ese pelo castaño y colorao que las define. Unas imágenes que llevan directamente al aficionado desde el lugar donde se ubican hasta tierras muy cerca del océano Atlántico. Sin ir más lejos, “los días claros de poniente nos dejan disfrutar desde los cercados de la Palmosilla de estas privilegiadas vistas al Estrecho y al continente Africano” comentaba el propio ganadero hace unos días en otra publicación desde sus redes sociales.

Javier Núñez es un ganadero que es consciente del lugar donde pasta su ganadería, una zona que ayuda mucho a afinar las hechuras de los animales. Un enclave único que ha dado cobijo a ganaderías históricas tan importantes como Juan Pedro Domecq, Carlos Núñez y anteriormente la afamada de Mora Figueroa. Sin duda, la cercana a la Laguna de la Janda ayudó a crear un tipo de toro especial y diferente al resto, donde el toro bravo es el rey.

Ganadería creada en 1996 al amparo del artículo 5 bis b) de los Estatutos, con vacas y sementales de don Juan Pedro Domecq y de don Joaquín Núñez del Cuvillo. En 2007, pasa al Grupo Primero en virtud de los acuerdos tomados por la Junta Directiva de la Unión de Criadores de Toros de Lidia. Una ganadería con 27 años de vida que ha sabido ir evolucionando con los tiempos hasta encontrar su sitio en el circuito. Pese a ello, en esta casa no se conforman y saben que hay que seguir puliendo los defectos que aún persisten en la vacada para encontrar esa regularidad que les ayude para dar el salto definitivo hacia los carteles de postín en las plazas de mayor exigencia.