El matador de toros Fernando Adrián y su apoderado, Maximino Pérez, fueron protagonistas en la tarde de este jueves en la penúltimas de las Jornadas del Ateneo Taurino Manchego, que se vienen celebrando en el Museo López Villaseñor de Ciudad Real durante toda la semana. En un acto conducido por el crítico taurino Julio César Sánchez, y que también contó con la presencia del presidente de la entidad, Antonio Espadas, Adrián y Pérez fueron desgranando cómo se ha desarrollado una temporada de impacto del torero madrileño.
Hay que tener en cuenta que Fernando Adrián ha sido el torero revelación de la temporada 2023. Con Madrid como base, ha conseguido erigirse en nombre fundamental de la campaña después de la doble Puerta Grande alcanzada tanto en la Feria de San Isidro como en la Corrida de Beneficencia: en la primera tarde, logró pasear una oreja de cada uno de sus toros de Santiago Domecq y, en la segunda, desorejó a un gran astado de Juan Pedro Domecq, algo que Adrián desgranó durante toda la tertulia.
Desafortunadamente, gran parte de las Ferias del verano estaban ya confeccionadas, pero tuvo la oportunidad de tomar parte en importantes seriales y dejar obras para el recuerdo en cosos como Palencia -donde indultó un toro de Zacarías Moreno-, Cuenca o Valladolid.
Fernando Adrián: “Cuando uno se entrega a lo que ama, al final la vida te pone una oportunidad delante”
Fernando Adrián habló, en el inicio del acto, de los inicios de su carrera y de su irrupción como novillero en cosos como Olivenza y las tardes de Madrid, Barcelona, cómo se alzó con el prestigioso Zapato de Oro de Arnedo… hasta llegar a la alternativa.
Y, luego, cómo el paso por la Copa Chenel lo rescató del olvido: “El mensaje más corto y directo que puedo decir es que cuando uno se entrega a lo que ama, al final la vida te pone una oportunidad delante para que puedas cogerla. A mí la vida me la ha puesto, la he cogido y espero que en 2024 pueda pisar muchas plazas en las que no he toreado este año”, señalaba.
Fernando Adrián, a la pregunta de si hay justicia en el toreo, respondió que “el toro es justo, es el más importante, al que más hay que cuidar, al que más respeto hay que tener y sin él no estaríamos nosotros aquí. Es al que le agradezco todo cuando me levanto cada día, porque yo puedo ser torero gracias al toro”.
Maximino Pérez: “Esta injusticia nunca la había vivido en el toro”
No obstante, su apoderado no era de la misma opinión: “Posiblemente no hay justicia en el toreo; el toro sí es justo, pero no la tauromaquia”, defendía. “Lo he vivido en mis propias carnes a nivel empresarial y ahora, como apoderado, lo estoy viendo también. Las circunstancias de la vida nos han hecho ver cómo un torero con dos puertas grandes en Madrid no ha entrado en las Ferias. No comprendes nada cuando hay sustituciones y para meter en los carteles al triunfador de la temporada tienes que hacer encajes de bolillos”.
Y narró cómo Fernando Adrián estuvo 75 días parado tras su doble Puerta Grande en Madrid “porque nadie se dignó a llamar”. “Las ferias estaban hechas, sí, pero salieron muchísimas sustituciones y no llamaron tampoco. Esta injusticia nunca la había vivido en el toro”, desgranaba su mentor. Ante esto, el apoderado afirmaba que Fernando Adrián “entendía con tranquilidad la situación, diciéndome que no me preocupase. No me lo decía con falsa humildad, sino con tranquilidad”.
Y el propio Adrián respondió a esas palabras: “Cuando uno es feliz y lo que quiere, todo lo tiene más claro. Yo intentaba no salirme de mi camino y no quise ni ponerme nervioso ni que todas estas cosas que estaban ocurriendo fuesen a cambiarme a mí como torero. El toro es al que hay que cuidar y respetar. Sé que gracias a él he conseguido todo lo que tengo”, afirmaba el espada madrileño. Y añadía: “Quería estar tranquilo conmigo mismo de que me había entregado al cien por cien, y si las cosas no salían tener la seguridad de que me había entregado hasta el final”.
El análisis de las faenas en Madrid de Fernando Adrián
Julio César Sánchez fue ahondando en el análisis de la temporada de Fernando Adrián y le interpeló al torero sobre distintos aspectos de sus obras, empezando por la de San Isidro: “La principal virtud que tuvo la corrida de Santiago Domecq fue la movilidad. Me gustaron los dos toros, porque gracias a ellos estoy aquí, pero especialmente el segundo”.
Sobre la faena al toro de Juan Pedro en la Corrida de Beneficencia y un cambio de mano que hizo romper la obra, el joven expuso que “hay muchísimas faenas importantes de Madrid en las que lo bonito son los pequeños matices. Y ese cambio de mano fue uno de ellos. Ese muletazo me llenó mucho personalmente. Y a partir de ahí la obra rompió”, recordó Adrián. Por otro lado, loó la trayectoria de El Juli, “una persona clave que me enseñó lo que era la constancia y el esfuerzo para ser torero”.
En el final del acto fueron condecorados los ganaderos Javier Gallego, Felipe Lasanta y la ex alcaldesa de la ciudad Eva María Masías.