PABLO LÓPEZ RIOBOO
Sevilla ha vuelto a vivir una tarde histórica.
La Maestranza rugió, se desmelenó, gozó con una tarde de pasiones. Tuvieron
guante de seda picadores y banderilleros, picaron con primor, lidiaron con
muñecas rotas y banderillearon despaciosos y toreros.
La cuadrilla de Escribano destacó por su gran
colocación y templanza. Juan Sierra y Punta, anduvieron rápidos y toreros
sacando cada uno del caballo que les tocó lidiar, pero especialmente destacó el
tercio de varas de Chicharito ante el bravo «Cobradiezmos” indultado, un toro
de Victorino que metió la cara con humillación y ante el que anduvo pleno el
piquero.
La cuadrilla de Morenito sacó su guante de
seda primero para picar a un bravo ejemplar que hizo segundo. Francisco José
Quinta dejó dos varas, una mejor en su segundo encuentro en la cual metió las
cuerdas milimétricamente, – ovación- lidiándolo con suma despaciosidad, Martín
lo lidio pulcramente. En el quinto destacó en una lidia efectiva, templando a
un toro nada fácil.
La cuadrilla de Ureña rayó a gran altura, ante
el enclasado tercero, Vicente González dejó dos puyazos que le valieron la gran
ovación del respetable. En banderillas fue Pirri quien dejó dos pares, un
segundo de gran riesgo. En el sexto destacó una gran primera vara de Pedro
Iturralde, en una vara dónde metió las cuerdas antes de llegar al jaco. Curro
Vivas por su parte dejó dos pares de mérito ante un animal que acortó mucho en
banderillas.
Hay que destacar dos aspectos importantes, primero
la gran actuación de «Deseado”, un caballo de la gran cuadra de Enrique Peña,
que aguantó la pelea; segundo, el quite de Escribano Juan Marín en el quinto de la tarde tras el
primer par.
FOTOGALERÍA: EDUARDO LÓPEZ