PABLO LÓPEZ RIOBOO
Sevilla vivía una tarde desapacible en cuanto a lo climatológico se refiere, el público
que cubría en media entrada los tendidos baratilleros vieron como salían al
ruedo seis toros de gran lamina y de un juego más que interesante. La corrida
ya sea por el viento o por la falta de entendimiento de los espadas con los pupilos
de Daniel Ruiz no levantaron de sus
asientos a los aficionados.
Si te dijeran que hoy hubo
toros en Siberia seguramente tildarías
de loco a aquel que hizo esa afirmación, pues bien, hoy La Maestranza pareció estar más bien en Siberia que en Sevilla.
Las cuadrillas que trenzaban el paseíllo bastante tuvieron con lidiar a ese
gélido viento que se metía entre los huesos. Pero los de plata volvieron a
rayar a un nivel más que importante. A nadie dejaron frío en una actuación que pese a tener a todos los elementos en contra, consiguieron remontarla y sobreponerse a ella.
En una tarde donde costaba un mundo sacar
las manos de los bolsillos. Curro Robles en el primero consiguió captar la atención del respetable con un par de
exquisita colocación. En el segundo de la tarde, un animal de gran bravura y
clase, lidiado con mimo por Pedro Calvo,
vimos un tercio de banderillas de gran exposición por parte de Ángel Otero, dos pares de gran valor y
exposición, que le hicieron saludar montera en mano junto a José María Tejero.
La cuadrilla de Daniel Luque vive un momento de madurez
tremendo, si en el tercero de la tarde Juan
Francisco Peña dejó un puyazo delanterito pero muy efectivo y Abram Neiro lo lidio con mimo y pulso,
en el sexto los hermanos Neiro –Abraham y José Luis– dejaron el
pabellón bien alto. Abraham dejó un
primer par arriba, asomándose al balcón, mientras que en su segundo se dejó
llegar muchísimo al animal en un gran par por exposición y valor, mientras que José Luis se dejó llegar tanto al
toro que colocó el par entre los mismos pitones, llegando incluso el animal a
golpearle en la chaquetilla. Tal fue así que la maestranza supo valorarlo y les
obligó a desmonterarse tras su actuación.
GALERÍA: EDUARDO LÓPEZ MATITO