En las cercanías de la localidad de Colmenar Viejo, en Madrid, se encuentra el cuartel general de la vacada comandada por el ganadero madrileño Aurelio Hernando, una vacada fundada en el año 2002 tras la partición del hierro de Hnos. Gallego. Se trata de un hierro muy particular tanto por las distintas capas que lo componen como por sus hechuras. En sus cercados podemos disfrutar de la seriedad, la finura de cabos y las buenas hechuras de las hembras que llevan en su seno el futuro de la ganadería.
Varias son las fincas que dan cobijo a estos animales con una sangre tan especial, destacando ‘La Cerca del Cura’, encontrándose esta en la entrada del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, un lugar paradisíaco donde están los lotes de vacas de la vacada madrileña de Aurelio Hernando. Ahora es época de paridera, y si a eso le unimos el verde del campo nos encontramos con estampas de gran belleza.
Conforme se acerca el comienzo de temporada, los animales se van rematando, van cogiendo ese lustre necesario para ser lidiados en una plaza de toros. “Para este año hay una corrida de toros que sobresale del resto por la belleza, el trapío y la armonía de los animales. Tenemos preparadas entre 5 y 6 novilladas con picadores a salir de los 38 utreros que componen la camada”, sin duda un 2024 ilusionante para un ganadero que sigue peleando por una ganadería con una sangre única.
La lidia de festejos menores es algo que va a seguir haciendo este ganadero, te ayuda a probar productos de sementales nuevos y a seguir puliendo la ganadería: «Opto por las novilladas más que por corridas de toros, porque mercado aún no tenemos para salir con cinco o seis corridas de toros. Es mejor ir despacio para irse haciendo hueco en las Ferias, y aquí en la Sierra, que es donde nos manejamos, no se dan corridas de toros, sino novilladas. Y en las Ferias no podemos competir con hierros de primer orden», señala el criador madrileño.
“En la actualidad tenemos 170 vacas, creo que es un número idóneo para el tipo de ganadería que tenemos en la cabeza. En los tiempos que corren no es bueno abrir la mano, ya que por desgracia el número de festejos aún no está al nivel que tendría que estar. Nosotros en casa somos muy cuidadosos con el tema del ganado, buscamos que la ganadería no se nos vaya de las manos. Hay que ser muy exigente y aprobar los animales que realmente nos hagan dar un salto más, de ahí que no queremos aumentar el número de reproductoras”, concluye Aurelio Hernando.