La unión del toro y el caballo es algo que está fuera de toda duda, ya sea en un festejo a pie o a caballo, la presencia de los equinos es fundamental para el buen funcionamiento del festejo. Para empezar son los encargados de partir plaza, ellos y solo ellos, abren el paseíllo, ese en el que intervienen los caballos de picar, fundamentales para medir la bravura de los astados que se lidian esa tarde en el festejo.
Al igual que ocurre en los festejos de rejones, en las corridas y novilladas con picadores el aficionado debería conocer el nombre de los caballos que intervienen esa tarde, dándole el protagonismo que se merece el tercio de varas. Pero también el caballo forma parte indispensable del festejo de rejones, es más, es indispensable para su normal funcionamiento, siendo el encargado de mirar cara a cara al toro y ser capaz de torearlo. Como se suele decir, “la caricia doma”, algo que vale tanto para unos como otros, necesitando el rejoneador tener un caballo valiente y torero en el cual confiar ciegamente.
Pero como ocurre tantas veces en la vida, y más en los tiempos actuales, parece que lo clásico está caduco, que ya no está de moda, algo a lo que se oponen muchos ciudadanos, sean aficionados a los toros o no. Uno de esos rejoneadores que sigue luchando por mantener el clasicismo en los ruedos es Sergio Galán, el cual, si bien no ha sumado un número importante de festejo este 2023, sí ha realizado varias faenas que demuestra que pese a lo que dicen, y piensan muchos, lo clásico nunca pasa de moda.
15 han sido los paseíllos que ha trenzado esta temporada cortando un total de 32 orejas y dos rabos en plazas como Granada, Torrejón de Ardoz, Arévalo, Calatayud, Cuéllar, San Sebastián de los Reyes, Salamanca o Zaragoza, única plaza de primera que ha pisado. Un año donde su cuadra ha rayado a un nivel muy alto, pese a que esta no se ha podido ver en ruedos como Sevilla, Valencia, Madrid o Pamplona.
Galán es consciente que para estar a su mejor nivel debe tener la cuadra en un momento óptimo, para ello los caballos tienen que estar muy puestos, de ahí los duros entrenamientos diarios tanto con el carretón como con el manso y posteriormente con vacas y toros en el campo. Pero la yeguada del madrileño no tiene como único destino la plaza, sino también otras disciplinas como la doma clásica, el salto…
Como bien nos cuentan en la propia web de Sergio Galán, el trabajo de la selección y cría de caballos es muy minucioso e importante a lo largo de los años de una yeguada. Así, tras 15 años como ganadero, ahora es cuando estoy recogiendo los frutos y consiguiendo ese tipo de caballo con el que siempre he soñado. La morfología y los movimientos es lo primero que se observa en un potro a la hora de su selección. A pesar de que, para mí, es muy importante dotar a los potros de una buena base de doma para poder tomar decisiones.
Una cría y selección que va de la mano de grandes profesionales, siendo estos los encargados de ir puliendo a las distintas camadas que van saliendo. Unos potros que según su funcionalidad y su torería estarán destinados a un tipo de espectáculo. Buscando caballos para el toro, la yeguada Sergio Galán está haciendo unos caballos muy funcionales. Tanto es así que podemos ver caballos del hierro SG tanto en una plaza de toros como en una competición de doma clásica o en unos Juegos Olímpicos.