PABLO LÓPEZ RIOBOO
Sevilla, cada
tarde de toros te regala algo que se te queda guardado en la memoria, hoy pese
al mal juego de la corrida de Las
Ramblas el aficionado pudo paladear el buen gusto de los hombres de plata,
sin embargo, pese al poco fuelle de los toros, los picadores pasaron casi
desapercibidos.
Con la capa hay que destacar la templada
labor de Ramón A. Moya en el primero
de la tarde, en la cual realizó una labor pausada y a favor del toro, en el tercero de la tarde destacamos a Jarocho, meció el capote con
sumo gusto, siempre a favor del toro, ayudándole a romper hacia adelante. Miguel Martín no desentonó, destacó su brega en el cuarto de la tarde,
labor en la que cerró el tercio de banderillas con un brillante capotazo de
sumo gusto.
Con los rehiletes vimos cosas interesantes,
la labor de Miguel Martín en el
primero es digna de destacarla al igual que la de Curro Robles en su segundo par, era el quinto de la tarde, el de Las Ramblas se lo pensaba, el toro
embistió con violencia y Robles se
la jugó en un par de enorme mérito. Pero la labor más importante tuvo como eje
a Fernando Sánchez, un torero puro,
distinto, que primero dejó un muy buen par al tercero de la tarde, pero que en
el sexto realizó un extraordinario tercio de banderillas junto a Jarocho, ambos se desmontaron por una
labor muy torera, tanto al clavar como al salir de la cara del toro.