“El ralentí de Ortega se va a hombros y las firmes muñecas de Urdiales a pie”, titulábamos nuestra crónica el pasado 5 de febrero en la plaza de toros de Valdemorillo, una corrida donde rivalizaron en mano a mano el riojano Diego Urdiales y el sevillano Juan Ortega, dos toreros de culto que brindaron una gran tarde de toros a la afición madrileña. Un festejo que sirvió como pistoletazo de salida para una temporada clave en la carrera de un Ortega que durante el año dejaría varias de las faenas del año.
Gracias a ese toreo que encandiló a todos los presentes, el sevillano repetirá este 2024 en la plaza de toros de La Candelaria, esta vez lo hará en un cartel diferente junto a un torero consagrado y un joven que debe estar en todas las ferias. Como bien avanzó este medio hace pocas fechas, serán Alejandro Talavante y Ginés Marín los que conformen un cartel de altos vuelos con los toros gaditanos de Núñez del Cuvillo.
Será el primer cartel en el que Juan se anuncie a este lado del charco, un festejo anunciado de forma oficiosa, que no oficial, para el sábado 11 de febrero, día grande de una Feria de San Blas programada entre el viernes 10 y el domingo 12 en el que previsiblemente tomará la alternativa el novillero García pulido con Miguel Ángel Perera y Paco Ureña y los toros de Alcurrucén en el cartel.
Por lo tanto, y si las tornas no cambian, Carlos Zuñiga y Victor Zabala deben dar luz verde a un abono de altos vuelos, ese que volverá a poner a Valdemorillo en el foco de la noticia con la presencia de varios de los toreros del momento. Una Feria que una vez presentada se moverá para ver si OneToro da el paso adelante y la retransmite integra para sus abonados, algo que estos agradecerían una enormidad.
Tres obras mágicas de Juan Ortega en Valdemorillo 2023 para arrancar su año más redondo
“Decisivo” llevaba de nombre el segundo de la tarde, negro de capa de 480 kilos. Enorme el recibo capotero en los medios de Juan Ortega, con lances a la verónica de manos bajas a ralentí. Una delicia alguna de ellas. Quitó con gusto Ortega por el mismo palo, llegando al tendido también en el brindis en los medios. Y basó en los naturales una faena en la que se gustó por momentos. Estocada entera un punto caída que le valió para ganarse la ovación del público.
“Nocturno” se llamaba el cuarto de la tarde, negro de capa al igual que sus hermanos y de 510 kg en la romana. Fue muy suelto de salida, no dando opción alguna al lucimiento con el capote del torero sevillano. Muy protestado fue, además, en el caballo. Buena tanda con la mano derecha dejó Juan Ortega, robándole momentos realmente bellos por ese lado. Por ese lado prosiguió su obra, alcanzando buenas cotas de despaciosidad y temple, siempre con la mano baja. El final de faena con pases ayudaos rodilla en tierra cerró diez minutos de calado. Dos pinchazos y descabello evitaron el doble premio, que quedó en una oreja.
“Fusilero”, el negro mulato que cerraba la tarde, de 500 kg de peso, era un animal con el que lo intentó Ortega, pero apenas dio opciones de lucimiento. Buen inicio de faena pegado a las tablas con ayudados a dos manos dejó en el prólogo muleteril. Toro difícil con el que Ortega le robó momentos de calidad y torería, especialmente a diestras. Selló algún natural suelto de bello trazo. Dejó una media estocada que hizo caer al toro después del descabello. Oreja tras fuerte petición.