CAMPO BRAVO

La dura decisión de la ganadería de Torregrande: ‘quita’ de golpe 118 vacas bravas


martes 12 diciembre, 2023

El ganadero extremeño sigue apostando ciegamente por los animales que adquiera a comienzos de los años 90

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Una vaca brava. © Pablo Ramos

Viajar hacia tierras extremeñas de Fuentes de León y Bodonal de la Sierra, es hacerlo a un lugar donde la ganadería extensiva juega un papel muy importante junto a la agricultura. Aquí un número alto de ganaderos apostaron hace años por el bravo para acabar de cumplir esa meta que tenían como aficionados. Con el tiempo se fue introduciendo ganado manso, algo que ayudó a paliar los problemas que tenían dichos ganaderos con la falta de demanda sobre ciertas ganaderías.

Siendo Badajoz una de las provincias con mayor censo de ganaderías, muchos de sus criadores únicamente son conocidos en un radio muy limitado de kilómetros, no teniendo la posibilidad de ir a plazas de relevancia donde asomar la cabeza. Este es el caso de José María Marrón, dedicado desde el año 91 a la ganadería de lidia en la citada Fuentes de León (Badajoz). Aquí desde hace años cría y selecciona animales del encaste Domecq vía Toros de El Torero y Jandilla.

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Finca de Torregrande.

Pese a que la situación actual no ayuda, José María sigue luchando contra viento y marea por seguir con la ganadería a flote, pese a ser consciente que para hierros como el suyo la única salida a corto plazo son las calles y los festejos menores: “A mí como a cualquier ganadero me gustaría lidiar en plazas importantes, pero son momentos donde es muy difícil hacerlo, de ahí que tenga claro el camino a tomar en estos tiempos donde todo se pone cuesta arriba”.

Un 2023 donde las cosas han salido bien pese a reducirse el número de animales lidiados en plaza: “Estoy moderadamente satisfecho. Esta temporada solamente hemos lidiado dos novilladas y varios toros por las calles, son tiempos difíciles y hay que amoldarse a ellos. Creo que el ganado ha sabido estar a la altura, la ganadería anda en buen momento y eso me alegra, es el trabajo de toda una vida”.

“La camada ha sido corta, entre otras cosas porque hemos quitado 118 vacas debido a que el panorama está de esta manera. El año pasado teníamos 164 utreros, y hubo que venderlos. Hemos dejado 42 vacas y dos sementales, lógicamente de lo mejor que había. El resto, se las he vendido a Lea Vicens” nos explicaba un José María Marrón que pese a todo sigue ilusionado con aquello que ha dejado en su casa.

Pese a todos los golpes recibidos, sigue con la firme intención de no abandonar el barco, de apostar por aquello que tiene en casa y no dejarse ganar por la desazón: “Tengo intención de dejar novilladas. Yo no me quiero retirar, por eso tenemos preparados un buen ramillete de erales para lidiarlos la temporada venidera, no son muchos, pero yo confío plenamente en lo que llevan dentro» nos comentaba para finalizar la entrevista.

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Astado de Torregrande.