CAMPO BRAVO

Sagrario Moreno, la herencia ganadera del ya extinto Ventorrillo: así ‘resucita’ el espíritu bravo de Paco Medina


domingo 24 diciembre, 2023

La ganadería toledana de Sagrario Moreno sigue dando pasos al frente de cara a una temporada donde lidiará cinco novilladas, dos de ellas con picadores

Novillo
Uno de los erales de la casa.

Siempre es interesante acercarse al campo bravo una vez la temporada quedó definitivamente cerrada. Son momentos en los que los ganaderos aprovechan para realizar faenas que a lo largo de la temporada se antojan más complicadas al tener más actividad en los ruedos. Son momentos para hacer los lotes de cubrición, realizar los primeros tentaderos, herrar la parte amplia de la camada, empezar a correr los toros… una serie de labores que hay que hacer, sí o sí, para el correcto funcionamiento de la vacada.

Los ganaderos separan los toros en función de la categoría de plaza a la que vayan a ir, hermanando así a los animales más díscolos. Son semanas de gran trabajo, los veedores vuelven a las ganaderías para ver la evolución de los toros a lidiar en sus plazas, una toma de contacto que hay que hacer de forma paulatina para evitar sorpresas. Pero hay ganaderías que tras la pandemia enfocaron su temporada al mercado de las novilladas, esas que todavía no han visto el momento de dar el paso a las corridas de toros.

El mercado es el que es, y estas prefieren ser cabeza de ratón antes que cola de león. Para ello únicamente dejan lo más selecto para festejos con caballos, reseñando los erales para festejos sin picar donde poder ver a los hijos de nuevos sementales o de nuevos cruces en la vacada. Ganaderías jóvenes como esta de Sagrario Moreno que buscan darse a conocer en este tipo de festejos. Este es el caso de la divisa de Sagrario Moreno, un hierro con una base genética de gran importancia pero incipiente en el circuito.

En esta casa, terreno donde Paco Medina creo el hierro de El Ventorrillo, saben que no se puede correr, que los pasos han de ser cortos y seguros. Aquí pastan animales con reatas muy consolidadas, vacas y sementales que han dado fuste a sus anteriores ganaderos, esos que ahora deben dar la talla en un proyecto ganadero conformado por la sangre Domecq en sus diferentes vertientes, según nos cuenta Nacho Torrejón, hijo de los actuales propietarios de este nuevo e incipiente hierro.

“El proyecto comenzó en el año 2017, comprando un lote de vacas a Laurentino Carrascosa, además de un semental; más adelante compramos otro lote de vacas al maestro Manuel Vidrié, que es encaste Torrestrella prácticamente -al igual que lo de Laurentino-. Posteriormente, en plena pandemia, adquirimos a Fernando Peña 100 vacas, el destete, erales y sementales, ahora tenemos una vacada con 160 hembras, varios sementales”.

Los sementales de la casa

Sin Título
Uno de los sementales.

Unos sementales que provienen de vacadas muy contrastadas, los cuales están dando un resultado más que satisfactorio a sus propietarios: “Aquí tenemos sementales de El Ventorrillo, El Montecillo, Domingo Hernández -indultado por El Juli-, Jandilla y de lo anterior: de Vidrié, Laurentino Carrascosa y de Fernando Peña, de los que nos trajimos dos sementales. Estamos contentos con el resultado, esperemos que este sea el camino”.

Un invierno que en esta casa aprovechan para revisar las notas de los novillos y ver las hechuras de los mismos para decidir si meterlos en la plaza o lidiarlos en novilladas con y sin picadores. Un 2024 donde hay preparadas cinco novilladas en los distintos cercados de esta coqueta finca toledana. Se trata de tres festejos de erales y dos de utreros, un número perfecto en relación con el número de animales que hay por camada.

Una vacada basada en la sangre Torrestrella y Juan Pedro, con líneas muy parecidas pero abiertas de sementales para tener un amplio abanico genético. Una ganadería donde aún se respira ese sello que dejó un Paco Medina que tuvo durante años a las hembras de su ganadería en esta finca situada en el término municipal de Los Yébenes. Aquí, en El Ventorrillo, vuelve a salir el sol para un proyecto ganadero con sello propio.