Son muchas las vacadas de bravo que encuentran en los festejos populares ese lugar donde poder dar salida a un número importante de animales cada año. Una de las vacadas con más mercado es la sevillana de Partido de Resina, un hierro histórico que divide sus camadas entre los festejos en plaza y los populares. Su imponente presencia y una belleza fuera de toda duda, hacen que muchos pueblos y peñas se batan el cobre por adquirir animales de la casa.
Fue en 2019 cuando la localidad castellonense de Burriana adquirió un animal de esta casa por un valor que llegó a superar los 20.000 €, una cifra que hasta ese momento no se había visto en este tipo de espectáculos. El toro llevaba por nombre “Nubarrón”, un animal de una gran seriedad que se había convertido en una de las joyas que había en el campo bravo, deseo de las peñas y comisiones de toda Comunidad Valenciana. Esta era la estampa del astado:
Como bien detallaron en el Diario Las Provincias, “el valor de su adquisición es el más alto jamás pagado por un toro cerril”, siendo exhibido durante las fiestas de la Mare de Déu de la Misericòrdia de la localidad castellonense en septiembre de 2019. Unas cifras altísimas que marcaron un antes en este tipo de festejos, esos que le dieron el boato que merecía a un animal que atrajo tanto a visitantes de la Comunidad Valenciana como a muchos venidos de otros puntos de España.
Para que se hagan una idea, “si por un toro de una divisa con rango de máxima figura en el festejo popular se llega a pagar hasta doce mil euros, al precio pagado por Nubarrón, supuestamente, habría que intercambiarle al menos las dos primeras cifras”, se podía leer en las páginas del medio levantino.
¿Cuánto vale aproximadamente un toro para un festejo popular?
El valor medio de un toro bravo para festejo popular oscila entre los 5.000 y los 12.000 € dependiendo de varios factores, como la edad, el trapío, si está toreado o no… aunque hay algunos que han superado las cinco cifras como los 8.000 € por un toro de Victorino Martín o los 10.000 € por uno del legendario hierro de Miura, una de las vacadas con mayor solera del campo bravo a ambos lados del charco.