Ya es raro ver una ganadería de bravo que no venda animales para el festejo popular. Si hace años se miraba con recelo este mercado, hoy en día esa tendencia ha cambiado claramente hasta tal punto que se llegan a vender animales a las calles en fechas más tempranas que para el festejo en plaza. En esto tiene también mucho que ver el precio que alcanza un toro cerril, es decir, sin torear, llegando a unas cifras cercanas a los cuatro ceros.
«Las peñas taurinas hacen cada año hercúleos esfuerzos por comprar los mejores ejemplares. Recorren España como si fueran ojeadores de jugadores de fútbol y después deciden los formarán parte del cartel», se podía leer hace unos meses en un artículo de Vicente Luis Agudo en el periódico Las Provincias. «Pero no todo queda en manos de las comisiones, ya que en muchas ocasiones son los empresarios los que dan un paso al frente y compran un toro para ser exhibido en su pueblo«, añadía el periodista.
El precio medio de un toro cerril oscila entre los 6.000 y los 7.000 €, habiendo animales que han superado holgadamente esa cifra y otros que se quedan por debajo. Uno de ellos fue “Nubarrón”, un animal de Partido de Resina que llegó a superar los 20.000 € según fuentes consultadas en su día por este medio. Después se encuentran divisas como Victorino, Martín o Miura, para las cuales hay una larga cola para hacerse con uno de sus toros. «Y eso que los animales se adquieren con algún pequeño defecto, ya que los limpios van directamente a las plazas, pero da igual, se llegan a pagar más de 10.000 euros por hacerse con uno de ellos«, explican fuentes del sector al diario Las Provincias.
18.000 € por un victorino en Puçol o más de 20.000 € por un pablorromero en Burriana
18.000 € por un victorino en Puçol o más de 20.000 € por un pablorromero en Burriana son algunas de las cantidades que se pagan por unos toros que, tras veinte minutos de exhibición por la tarde y casi una hora de embolada por la noche, acabarán en el matadero para su posterior venta como carne. Hierros como Domínguez Camacho o Gerardo Ortega se han convertido en auténticas estrellas en un mercado que siempre ha tratado muy bien a los ganaderos.
Pero estos no son los únicos hierros que copan los carteles de las principales ferias, existiendo otros que también venden sus animales para el festejo popular en distintas zonas de España. La Palmosilla, José Luis Marca, Pablo Romero, Jandilla, Adorfo Martín, Gavira Partido de Resina, Prieto de la Cal, Cebada Gago, Fuente Ymbro, Cuadri, Samuel Flores o Juan Pedro Domecq son sólo una muestra de las divisas que más se disputan las comisiones señalaba el citado medio.