De un tiempo a esta parte estamos viendo como proliferan los festejos populares a lo largo y ancho del país. Comunidad Valenciana, Aragón, Castilla la Mancha, Andalucía… amén de otras comunidades autónomas donde el toro está cada vez más arraigado pese al incesante goteo de las quejas y boicots por parte de los antitaurinos. Pese a ello, el ascenso de toros lidiados es cada vez mayor en un país donde este animal, pese a todo, goza de un gran predicamento.
Uno de esos lugares donde el animal goza de gran cartel es en la Comunidad Valenciana. Sin ir más lejos, en 2020 se celebraron 700 festejos populares en dicha Comunidad, ascendiendo a 1750 en 2021 y unos 9000 en 2022, aproximándose así a las cifras de prepandemia. Sin duda, estos datos demuestran el crecimiento de un tipo de festejos que tiene cada vez más demanda en nuestra piel de toro. El Levante español es la zona en la que está más enraizado este tipo de actividades: allí la suelta de toros aumenta cada día, de ahí que queramos conocer la opinión de gente versada en la materia.
Una suelta de toros que tiene un precio estipulado según las características del animal: hierro de la ganadería, estado físico, edad y trapío del animal, si es cerril o no… algo que hace variar su precio entre los 2.500 y los 8.000 €. Pero estos precios no siempre se ajustan a esta horquilla, existiendo algunas excepciones que han llevado a pagar cantidades astronómicas por un animal en concreto. Este es el caso de “Nubarrón”, toro de Partido de Resina, por el que se llegó a pagar más de 20.000 € en Burriana, un pueblo de Castellón, en 2019.
El toro de Victorino que saltó en un pueblo de Castellón en 2018
Pero la historia de “Nubarrón” no es la única, según se podía leer en un artículo publicado por Vicente Luis Agudo en Las Provincias. «Sin ir más lejos, en 2018 se vivió una circunstancia similar. Un empresario quería que en su pueblo se exhibiera un victorino. Dicho y hecho. Tras las gestiones pertinentes y el pago de 18.000 euros, el imponente toro recorrió las calles atestadas de aficionados«, señalaba el periodista,
Actualmente, con el aumento de las materias primas, el animal ha subido su valor, algo que se debe respetar por aquellos que organizan festejos taurinos tanto en la calle como en la plaza. El coste de criar a un toro en este momento de nubarrones ha podido subir entre 1000-1500 €; es decir, si un toro costaba criarlo unos 5000 €, ahora puede subir hasta los 6500 € aproximadamente, por lo que todo lo que no sea sacarlo por una cantidad similar sería perderle dinero. Algo que también sube el valor de los animales es la escasez de los mismos tras la reducción de las camadas tras la pandemia, algo que está obligando a reseñar los astados hasta con un año de antelación en algunas casas donde la demanda es alta.