El campo bravo es el refugio natural de aquel que ama profundamente a este animal, un lugar donde se deja a un lado las preocupaciones banales para vivir ratos mágicos junto a un animal que siempre va por derecho. Aquí todo se hace despacio, con mesura, siempre buscando no molestar a un animal que pese a esa franqueza con la que trata al que tiene delante, puede darte un serio susto si no conoces de su comportamiento. Los ganaderos conocen a cada animal que vive en su explotación, sabe de su carácter, de su comportamiento, de ahí que en función de ello pueda tratarlo de una forma u otra.
Uno de esos ganaderos con mayúsculas es Fernando Cuadri, un señor de campo que siempre mantuvo un hilo directo con los animales de su vacada. Tras varias décadas al frente de la divisa familiar, se retiró de la primera línea para dejar paso a la siguiente generación. Un hombre sabio, ese que siempre antepuso el toro a todo lo demás, un ganadero que acudió a la llamada de la televisión para conceder una entrevista cargada de momentos para el recuerdo.
“¿Ha llorado alguna vez por un toro suyo?”, le preguntaba Álvaro Acevedo a Fernando Cuadri en el último programa ‘Esportón de Historias’ de OneToro. Ahí fue cuando el ganadero onubense contó la historia de un animal que le marcó para siempre, se trataba de “Capillita”, un toro bravo con el que el propio Fernando tuvo un vínculo muy especial por el carácter de un astado que siempre respetó a su ganadero.
“Cuando movemos los toros, lo primero que tienes que hacer es reunirlos. Como bien sabes, los toros tienen su sitio en el cercado, un lugar donde algunos tienen marcadas las querencias. En cada camada hay distintos tipos de toros según su carácter, esto es como las personas, está el tranquilo, el violento, el loquero, el solitario, el que está siempre con los demás… Este era un solitario que se llamaba “Capillita”, un toro que lidió en Madrid Dámaso González, el toro era un nobletón, un buena gente, uno de esos animales que rara vez te da un problema” explicaba el ganadero onubense en esta entrevista.
“Siempre que reunimos los demás decíamos, faltaba “Capillita”, claramente sabíamos donde estaba, teníamos localizado el rincón donde se sentía cómodo y tranquilo. Siempre iba yo a buscarlo con el caballo y me ponía dos metros delante hasta llevarlo con sus hermanos de camada. El día de su embarque nos volvió a pasar lo mismo” comentaba Fernando con la voz entrecortada por la emoción. “Había que traerlo, pero era la última vez, así es la vida. Se te hace un nudo en la garganta.”.
“Fui a recogerlo y en los cinco minutos que tardas en llegar te da tiempo para pensar que este era el último día. No se debe ser así, pero fue un toro muy especial para mí” finalizaba exponiendo un ganadero que siempre ha tenido una conexión especial con los animales. Una historia que va más allá de toro y ganadero, ambos eran amigos, sentían una conexión especial, fruto de ello es el respeto que se mantenían. Una preciosa historia que podemos ver gracias a este tipo de programas donde se cuentan historias tan bellas y entrañables como estas.
¿Lloran los ganaderos por sus toros?
La historia de Fernando Cuadri y ‘Capillita’ con la que también se te hará un nudo en la garganta 🥺🐂
El miércoles, la entrevista completa en ‘Esportón de Historias’, solo en https://t.co/Shx4wtxU1S pic.twitter.com/fmrqLueyJ3
— OneToroTV (@OneToroTV) December 30, 2023