A finales del mes de octubre, Carlos Crivell y José Luis López tuvieron como protagonista en su programa semanal de Cope Sevilla al ganadero Victorino Martín, el cual diseccionó una temporada de 2023 donde su hierro ha rayado a un nivel altísimo con varias corridas de nota. Una entrevista (puedes escucharla en este enlace) donde también habló de los problemas derivados de la pandemia, algo que obligó a muchos ganaderos a replantearse que hacer con sus hierros debido al alto coste de las materias primas.
Sobre este tema, el propio Victorino Martín desveló que había tenido que pedir un crédito bancario para seguir dando de comer a sus animales y no recortar ni machos ni hembras, algo que sí hicieron otros ganaderos y que ha tenido las consecuencias de la falta de toros durante la pasada temporada y la siguiente de 2024. Una decisión que sorprendió mucho a los oyentes de Cope Sevilla en redes sociales al tratarse esta de una de las ganaderías con mayor caché del campo bravo.
Si una vacada de primera fila se ve en esta tesitura, que no habrán tenido que hacer otras con menor relevancia dentro del circuito, una respuesta que asusta nada más pensarla y que ha puesto en jaque a un sector que pese a ello no es todavía consciente que el toreo se nutre de las grandes ferias, pero también de la base, teniendo que existir ganaderías que nutran de animales a esos festejos menores o corridas de toros de pueblos.
Unos costes muchas veces inasumibles que dos años después siguen padeciendo muchos ganaderos. “Ahora se va a ver el resultado de la pandemia. Cada ganadero tomó la medida más oportuna; hubo ganaderos que mataron machos, porque o comían sus toros, o comían sus hijos. Otros ganaderos mataron vacas, o las dos cosas. Y los que no hicieron ni una cosa ni otra, o bien tenían capital propio, o los que no adoptamos la medida de financiación externa, hipotecarnos y acudir a créditos” comentó Victorino Martín tras ser cuestionado sobre los problemas derivados de la pandemia.
Pero ahí no quedó todo, explicando que aquello que ha vivido en sus carnes y que contamos por encina en las líneas introductorias de esta noticia: “Yo lo tenía muy claro, este es el trabajo de muchos años y yo no podía, por una pandemia, permitir que se mermase la ganadería y se mermase mi trabajo o que nos arriesgáramos a desaparecer o a descender el mercado. Y acudí a los bancos. Mi ganadería no ha tenido ningún cambio, lo que sí lo ha tenido ha sido el bolsillo. Es lo que nos gusta y por lo que vivimos”.