La Comunidad de Madrid es otro de los territorios de nuestra piel de toro donde mayor cantidad de vacadas de bravo hay por hectárea. Un lugar donde este animal está perfectamente adaptada a la orografía de una tierra que combina terrenos más pedregosos y empinados con otros más llanos y ondulados, algo que facilita el manejo de un animal tan especial como imprevisible. Una tierra donde podemos encontrar hierros tan conocidos como: Victoriano del Río, Baltasar Ibán, Quintas, Zacarías Moreno, Aurelio Hernando, Flor de Jara o Montealto, entre muchos otras.
Aquí, amén de vacadas de primer nivel, también se encuentran magníficas yeguadas o fincas agrícolas, amén de otras destinadas a la caza mayor. Según la web Habitaclia, existen 3.768 Fincas rústicas puestas a la venta en dicha Comunidad Autónoma, propiedad de particulares, agencias inmobiliarias y bancos, y publicitadas estas en webs como Milanuncios, encontrándose algunas ganaderías de bravo entre ellas, algo que ya ha sido publicado por este medio en otras ocasiones.
Una serie de vacadas que se encuentran en fincas con amplias zonas de terreno, lugares donde el animal bravo puede campar a sus anchas, algo que busca Julián Gómez Carpio, ganadero madrileño que asienta su vacada junto al Tajo, concretamente en el término municipal de Fuentidueña de Tajo. Debido a ello, ha puesto a la venta la finca Bellaluccía por un valor de 1.000.000 € para intentar optar por otra de mayor tamaño. Una explotación ganadera dotada de muy buenas instalaciones para el ganado bravo, teniendo esta cercados para machos y hembras, corrales y plaza de tientas, se podía leer en el siguiente enlace de la web Milanuncios.
Los «carasblancas», un joven emblema del campo bravo madrileño
Hay que tener en cuenta que esta ganadería, aunque joven, ya se ha convertido en un emblema del campo bravo madrileño. Según expuso en una entrevista en este medio hace unos meses el propio ganadero, «Actualmente, tenemos 120 vacas de caras blancas y otras 20 de Bellalucía. Es un número importante de vacas para ser una explotación con el espacio justo. Creo que mantener ese número de hembras nos ayudará a trabajar mejor, abriendo líneas y teniendo la oportunidad de rotar los sementales«, señalaba Julián Gómez Carpio a este medio de comunicación.