REJONEO

La gran aventura empresarial de Sergio Galán fuera de los ruedos: su importante yeguada


domingo 28 enero, 2024

Sergio Galán sigue puliendo en su finca salmantina de Huelmos de San Joaquín una yeguada que goza de gran cartel en el sector

Sergio Galán
Sergio Galán, tras un paseíllo en Granada. © Luis Sánchez Olmedo

Con el paso de los años parece estabilizarse una sangría que tenía que ver con la paulatina caída de festejos de rejones en las principales plazas de Francia y España. Un descenso que algunos han conseguido frenar haciendo carteles de 6 rejoneadores o incluso otros de 8 toros, como el anunciado en Huelva en su Feria de Colombinas debido su cercanía con Portugal y al ser la provincia con mayor número de caballos censados de nuestra piel de toro.

44 festejos, por ejemplo, han sido toreados este pasado 2023 por Sebastián Fernández, un líder del escalafón que basó su temporada en cosos menores, estando por detrás rejoneadores como Diego Ventura, Guillermo Hermoso de Mendoza, Lea Vicens, Andrés Romero, Andy Cartagena, Leonardo Hernández, Pablo Hermoso de Mendoza o Sergio Galán entre muchos otros. Un número importante de profesionales que pese a su buen momento no han sumado un número considerable de corridas debido a la carestía de éstas.

Estos importantes rejoneadores llevan años apostando por una línea muy personal dentro de su cuadra, adquiriendo animales de yeguadas importantes o creando su propia ganadería. Uno de esos nombres es el de Sergio Galán, conquense pero afincado en tierras charras, que tuvo siempre un contacto directo con el mundo del caballo. Su abuelo, Emilio Galán Trilla, fue durante muchos años tratante de ganado, comenzando hace varios lustros una pequeña yeguada con los animales que iba comprando.

Cuando Sergio quiso comenzar su andadura como rejoneador vio cómo tenía a su alcance una serie de animales para dar sus primeros pasos. Conforme fue quemando etapas se dio cuenta que si quería dar un paso más tenía que ser con caballos toreros que le ayudaran a expresar eso que llevaba dentro. Y así fue, poco a poco fue empezando a sustituir esos caballos que había en casa por otros de mejores condiciones, al venir estos de un linaje eminentemente torero.

Algunos de los grandes ejemplares en la historia de Sergio Galán

Sergio Galan
Sergio Galán, en una imagen de archivo. © Luis Sánchez Olmedo

Uno de los primeros animales que le dio el sitio que buscaba era “Cisneros”, un ejemplar que siempre tendrá guardado en el corazón. Luego vinieron “Montoliú”, también conocido como “El caballo de Oro” por su precioso pelo bayo y el gran sitio que cogió delante de la cara de los animales. Un animal lusitano que murió con 30 años, muchos de los cuales los disfrutó delante de la cara de los toros. Galán poco a poco fue encontrando su sitio en el escalafón, abriendo puertas grandes y haciendo disfrutar a los tendidos con un concepto muy puso del rejoneo.

Una época donde también destacaron equinos como “Capea”, “Vidrié”, “Ojeda”, “Camino”, “Titán”, “Embroque” o “Revolera” una yegua con un carisma especial, de lo mejor que había en el toreo en ese momento. Una serie de animales con los que cimentó una yeguada que a día de hoy sigue llevando el nombre de su abuelo, esa que pasta en la finca salmantina de “Valdelosa” en el término municipal de Huelmos de San Joaquín.

De esos animales vinieron otros que actualmente brindan la oportunidad al aficionado de verles torear, una serie de animales que están marcados a fuego tanto con el hierro de la casa como de otros donde por los que el madrileño apostó para dotar a su cuadra de ciertas cosas que todavía no estaban asentadas en su casa. “Artista”, “Amuleto”, “Alcotán” o “Noche”, todos ellos caballos de salida. Luego están otros del tercio de banderillas que combinan juventud con veteranía, animales que pese a su edad tienen el sitio ganado delante de los toros, siendo este el caso de “Apolo”, “Capricho”, “Bambino”, “Capote”, “Bribón” o “Imperio”, dejando para el último tercio a “Óleo”.

La yeguada de Galán tiene también como destino otras disciplinas como la doma clásica o el salto

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Otra imagen de Galán.

Galán es consciente que para estar a su mejor nivel debe tener la cuadra en un momento óptimo, para ello los caballos tienen que estar muy puestos, de ahí los duros entrenamientos diarios tanto con el carretón como con el manso y posteriormente con vacas y toros en el campo. Pero la yeguada del madrileño no tiene como único destino la plaza, sino también otras disciplinas como la doma clásica, el salto…

“El trabajo de la selección y cría de caballos es muy minucioso e importante a lo largo de los años de una yeguada. Así, tras 15 años como ganadero, ahora es cuando estoy recogiendo los frutos y consiguiendo ese tipo de caballo con el que siempre he soñado” resaltaba el propio rejoneador en su página web. “La morfología y los movimientos es lo primero que se observa en un potro a la hora de su selección. A pesar de que, para mí, es muy impórtate dotar a los potros de una buena base de doma para poder tomar decisiones”.  

No obstante, buscando caballos para el toro, la yeguada Sergio Galán está haciendo unos animales muy funcionales. Tanto es así que podemos ver animales del hierro SG tanto en una plaza de toros como en una competición de doma clásica o en unos Juegos Olímpicos, algo que deja claro que el camino trazado no va únicamente en la dirección de la plaza, sino que se abre a otras disciplinas como las antes mencionadas. Una yeguada que ha conseguido alcanzar un reconocimiento en el mercado, ese que le hace vender animales tanto a particulares como otros rejoneadores que ven en esta ganadería el lugar perfecto para encontrar esos caballos que buscaban.