Dentro de nuestra piel de toro se encuentran innumerables vacadas de bravo repartidas a lo largo y ancho del país. Hierros y divisas que se localizan principalmente en Andalucía, Extremadura, Castilla y León, Comunidad de Madrid y Castilla la Mancha. Zonas eminentemente ganaderas y agrícolas donde el toro bravo es el guardián de un ecosistema donde único, ese donde flora y fauna se dan de la mano.
Pero estas no son los únicos lugares donde hay asentadas ganaderías de bravo, también en Murcia, Comunidad Valenciana, Navarra, Aragón y Cataluña hay explotaciones, eso sí, de menor extensión, y dedicadas casi en su mayoría a cebaderos y festejos populares. Son vacadas menos conocidas entre los aficionados al toro en la plaza, pero que, por el contrario, gozan de gran nombre en esos festejos populares que se dan en gran parte de nuestra geografía.
En esta ocasión nos vamos al término municipal de Biota (Zaragoza), lugar donde se asienta la divisa de Los Almendolares, propiedad de Enrique Lafita. “Todo lo de Santa Coloma que tengo es de Hermanos Maylin, que a su vez se lo compraron a Los Maños, una ganadería que ha conseguido meter la cabeza en plazas importantes como Madrid o Zaragoza lidiando novilladas de mucha importancia, sin duda son el espejo para los ganaderos de la zona”.
Pero esta es una ganadería con una gran particularidad por el tipo de animal que cría en esta coqueta finca aragonesa: “Si bien es verdad que tenemos ganado de Santa Coloma, parte de este lo tenemos cruzado con ganado de la tierra. Lo último que echamos fue de unos toros de Cuartero, con un berrendo en colorado” nos comentó Enrique Lafita.
Una divisa que no se caracteriza por tener un número amplio de vacas, adaptando estas al número de hectáreas que posee: “Ahora tenemos unas 70 vacas de vientre, ya que con la pandemia redujimos bastante. También tenemos vacas de carne, y hago algunos pueblos de la zona; a pie, no lidiamos nada. Las vacas son de procedencia Toros del Ebro -de la tierra- y de Santa Coloma -de Los Maños-; el semental es un toro que me gustó mucho, de la tierra”.
Un tipo de animal que debido al cruce tiene unas características muy particulares, más si cabe en una plaza de tientas donde poco a poco se va notando un punto más de entrega en los animales. “En la finca sí que lidiamos, dejándome aconsejar por Alberto Álvarez. Hubo unos años atrás que salían sueltas, algo bueno para las calles, pero ahora tienen más humillación y fijeza en la muleta. Al principio nos costaba mucho pararlas, porque salían muy sueltas, y ahora tienen más duración”.
