Extremadura, y concretamente la provincia de Badajoz, es una de las tierras con mayor número de ganaderías por kilómetro cuadrado. Allí hace años que proliferan vacadas de bravo de distintos encastes, asentándose muchas de ellas muy cerca de la capital, Mérida. Quizás la más representativa sea Jandilla, una de las vacadas madres del encaste Domecq, pero también hay otras que buscan su sitio en un circuito que debe abrirse a hierros que vienen cosechando grandes triunfos.
Este es el caso de la ganadería de Luis Terrón, ahora en manos de José Antonio Alonso, un hierro de reconocido prestigio que tiene preparada una interesante camada para esta temporada. Una ganadería que tras estar el fallecimiento de su ganadero fue llevada por un sobrino de este hasta su posterior venta en 2019. Un trato que únicamente incluía el ganado, quedándose en manos de la familia Terrón, tanto la finca como los derechos del hierro y la divisa.
“Todo fue muy rápido. Un amigo me llamó y me dijo que se vendía. Me sorprendió al inicio y no me lo pensé. Fuimos a ver la ganadería y me encantó. Además, como tengo mucha afición al caballo, había visto corridas de toros de Luis. Se lo compré con mucha ilusión y seguimos manteniéndola, hasta este año que tenemos una parte de los toros de saca” nos comentó un ganadero que tuvo que inscribir en la Asociación de Ganaderos de Lidia (AGL) un nuevo hierro, divisa y señal de oreja para su vacada.
Una ganadería con un amplio número de cabezas entre las distintas líneas: “Tenemos 130 vacas en la parte de Murube, un encaste que muchas de las virtudes que yo busco en un animal bravo. Yo le compré al sobrino de Luis 178 vacas, y entre algunas que he quitado y algunas viejas, se han quedado en 130 vacas madres, más las eralas que he aprobado en la tienta” nos comentaba José Antonio Alonso.
Una ganadería que afronta 2024 con gran ilusión, un año donde espera poder lidiar la treintena de machos que se preparan en la finca Peñas Blancas: “Tenemos 28 toros preparados para este año. Yo siempre soy especialmente cuidadosos con las corridas que reseño, por eso mi intención es lidiar cuatro festejos pese a tener animales para algo más. Durante el año siempre hay bajas y no quiero comprometerme a algo que lo mismo más tarde no puedo cumplir”.
Una vacada que tiene perfectamente definido el esquema de una temporada donde amén de esas cuatro corridas de la rama Murube, también disponen de animales marcados a fuego con el antiguo hierro de Sánchez de Ybargüen: “Dentro de la camada también disponemos de una corrida de Peñas Blancas y un par de novilladas, teniendo un total de unos siete festejos entre las dos ramas”. Unos animales que podemos disfrutar gracias al objetivo de nuestro compañero Pablo Ramos.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS
