En Arroyo de la plata (Castillo de las Guardas) se asienta una vacada de nuevo cuño formada por ganado puro de Juan Pedro Domecq, una vacada que poco va dando pasos hacia adelante en pro de asentar un proyecto ganadero que ilusiona sobremanera a su ganadera, esa que poco a poco ha ido amoldando dicha finca a las exigencias que tiene el ganado bravo. Una explotación ganadera situada en la N-433, esa que lleva desde la conocida ‘Venta el Alto’ en la provincia de Sevilla hasta la frontera portuguesa a la altura de Rosal de la Frontera.
Se trata de Sara Palacios, una joven de 18 años que desde que era chica soñaba con poder marcar a fuego los animales de su propia vacada. “Ya desde niña soñaba con ser ganadera, tenía esa inquietud dentro al estar en contacto con el animal bravo debido a la profesión de mi padre. Siempre fue un animal que me llamó poderosamente la atención, pero nunca me había atrevido a dar el paso”.
Y así lo hizo, tras varios años ahorrando vio la posibilidad y no la dejó esperar: “Yo llevaba planteándome ser ganadera desde hace algún tiempo, por eso una vez que me decidí a dar el paso empecé a trabajar para ahorrar y así poder compararme una punta de vacas con su semental. En ese momento era menor de edad, por lo que tenía que esperar un tiempo para llevar a cabo este sueño que tenía desde la niñez”.
Durante ese tiempo fue moldenado en su cabeza el tipo de toro que le llenaba hasta que se decantó por comprar animales de dos vacadas asentadas en la provincia de Sevilla, dos hierros de gran solera y con una base genética importante: “Adquirí 25 vacas de Juan Pedro Domecq y Astolfi, así como un semental de Juan Pedro. Este fue el punto de partida para echar a andar pese a saber que este mundo está lleno de piedras en el camino”.
Una vacada corta en número de reproductoras debido a la juventud de la misma.: “Ahora mismo hay 42 vacas madres en la ganadería. De momento la idea es ir seleccionando aquello que tenemos en casa para más tarde elevar algo el número de hembras” nos comentaba esta joven ganadera oriunda de la localidad sevillana de Coria del Río. “Por el momento no quiero tener prisa, quiero conocer bien la ganadería para dar los pasos adecuados, ya habrá tiempo para empezar a lidiar novilladas y becerradas en un par de años”.