En el término municipal de Los Yébenes (Toledo) se asienta, desde hace algo menos de un lustro, la vacada de Sagrario Moreno. Se trata de un hierro basado en la sangre Torrestrella y Juan Pedro, que hoy en día pasta en la finca donde el recordado Paco Medina tenía a las vacas de El Ventorrillo. En la finca que le daba nombre a este célebre hierro, Antonio Rodríguez y Sagrario Moreno intentan moldear su tipo de toro manteniendo líneas -abiertas de sementales- para tener un amplio abanico genético y así con caer en la temida consanguinidad.
Fue en plena pandemia cuando surgió la oportunidad, que consistía en la adquisición las últimas 100 vacas del hierro toledano de Fernando Peña Catalán, que este matrimonio de Pantoja se llevaría a ‘El Ventorrillo’, finca que habían adquirido con anterioridad con el objetivo de poder asentar allí ese proyecto ganadero que habían comenzado casi tres años antes de la irrupción de la pandemia.
«El proyecto comenzó en el año 2017 al comprar un lote de vacas a Laurentino Carrascosa, además de un semental; más adelante adquirimos otro lote de vacas al maestro Manuel Vidrié, que es encaste Torrestrella, prácticamente igual que lo de Laurentino», señala a este medio Nacho Torrejón, nieto del matrimonio y a los mandos en la actualidad del hierro. Un proyecto ganadero que comenzaba sin llamar mucho la atención, y que poco a poco iría tomando cuerpo con la entrada de las hembras adquiridas durante la pandemia.
«Posteriormente, en plena pandemia, adquirimos a Fernando Peña 100 vacas, el destete, erales y sementales, y ahora tenemos una vacada con 160 hembras y varios sementales«, una compra que les haría subir el número de reproductoras y que no se salía de ese camino trazado que habían iniciado allá por 2017. Pero la ganadería necesitaba de mayor amplitud de sementales que le debían dotar de un salto de calidad a esa rama Torrestrella.
Unos sementales que prevenían de vacadas muy contrastadas, según se nos explicaba desde la propia ganadería toledana «Aquí tenemos sementales de El Ventorrillo, El Montecillo, Domingo Hernández -indultado por El Juli-, Jandilla y de lo anterior: de Vidrié, Laurentino Carrascosa y de Fernando Peña, de los que nos trajimos dos sementales. Estamos contentos con el resultado, esperemos que este sea el camino«.
Esta vacada, que se guarda para 2024 una novillada de fuertes hechuras y otras decenas de utreros y erales, fue fotografiada por nuestro compañero Pablo Ramos, quien visitó todos los cercados de ésta para conocer de primera mano la camada que poco a poco se va rematando de cara a la temporada de 2024. Un hierro con gran variedad de pelajes, caras y hechuras, algo que se puede ver tanto en las vacas de vientre como en esos machos que ya miden sus fuerzas pese a no haber llegado todavía a una edad adulta.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS
