Desde hace algunos años son pocas las ganaderías de bravo que no abren sus puertas a los aficionados, algo que hace varios lustros parecía una quimera. Una apertura que se ha ido dando de forma progresiva y gradual, gracias a la cual los ganaderos de bravo reciben unos ingresos extras que ni mucho menos se pueden tildar de residuales, esos que a muchos les han dado el empujón que necesitaban para cuadrar sus cuentas.
Una serie de ganaderías, a lo largo y ancho de nuestra piel de toro, que tienen como objetivo el dar a conocer de primera mano la vida en libertad del toro bravo, sus cuidados y manejo. Amén de empresas como Aprendetoros, líder de un sector en claro auge, un número importante de Diputaciones han tomado el toro por los cuernos y han programado visitas a ganaderías con el fin de enseñar el campo bravo. Una oferta que va desde la visita pura y dura de la ganadería, pasando por un almuerzo, llegando incluso a la participación directa en un tentadero.
En este caso, la Comunidad de Madrid lleva tiempo intentando el acercamiento de la ciudadanía a algunas ganaderías de la zona, esas que tienen las puertas abiertas para todos aquellos que quieran conocer el toro bravo. De las 14 ganaderías que se han sumado al proyecto destaca la de Aurelio Hernando, una vacada con personalidad propia situada en uno de los parajes más bellos de la zona. Este paso dado adelante por un buen ramillete de hierros pone de manifiesto el compromiso que tienen por la fiesta, haciendo partícipe a los aficionados del día a día en una ganadería de bravo.
Según podemos leer en la web de la Agrupación Española de Ganaderos de Reses Bravas, la divisa madrileña fue formada en el 2003 por D. Aurelio Hernando tras la división de la ganadería denominada “Hernando-Gallego”, anteriormente llamada “Aida Sanz Bravo” compuesta por reses de origen Veragua procedentes de la vacada de Hijas de D. Enrique García, siendo esta una de las divisas de mayor personalidad del campo bravo.
Aurelio Hernando (Soto del Real); Dehesa de Guadarrama (Brunete); El Retamar (Becerril de la Sierra); Fernando Guzmán (Cabanillas de la Sierra); Heredera de Juan Julián Sanz (Colmenar Viejo); Hermanos Pérez Villena (Robledo de Chavela); José Luis Molina (Navalagamella); Los Eulogios (Colmenar Viejo); Los Pradillos (Talamanca del Jarama); María Antonia de la Serna (Buitrago de Lozoya); Pilar y Tomás Entero (El Escorial); Quintas (Colmenar del Arroyo); Rosario Rodríguez Ballestero. (Ajalvir); San Isidro (Villarejo de Salvanés) son los hierros que se han sumado a la llamada de la Comunidad de Madrid.
Pero este tipo de oferta va más allá, existiendo vacadas como El Añadío o Algarra, entre otras, que han adaptado y reformado naves y viviendas en desuso para poder ofertar turismo rural dentro de la propia ganadería. Una oferta que se puede conocer a través de las webs de dichas ganaderías o por sus redes sociales, existiendo la posibilidad de contratar el alojamiento a través de distintas webs y aplicaciones especializadas.
